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AMPLIARCarabineros se llevan un niño pobre al Sename

Denuncian que gobierno chileno viola derechos de menores

Parlamentarios de oposición denunciaron hoy que el Estado ha sacado a niños de hogares de familias pobres para recluirlos en casas de acogidas o en centros del gobierno donde se han violado sistemáticamente sus derechos. Se trata de una nueva arista del escándalo en el estatal Servicio Nacional de Menores (Sename), en el cual niños denunciaron al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que eran víctimas de abusos.

La senadora Ximena Rincón y los diputados Ricardo Rincón y Gabriel Silber, todos demócrata cristianos, afirmaron ayer que "en Chile se está configurando una situación de secuestro, por parte del Estado, de niños que no debieron salir de sus hogares".

Ricardo Rincón explicó que "en muchas ocasiones los niños son sacados de sus familias exclusivamente por una situación de pobreza momentánea, contando con la acción de algunos inescrupulosos en los Juzgados de Familia y en el Servicio de Menores".

"Las cifras de Unicef avalan esto: Tenemos en residencias cientos y, a lo mejor, miles de niños que no deben estar ahí", añadió el diputado.

La senadora Ximena Rincón se preguntó: "Qué está pasando? Aquí hay niños que son retenidos en forma arbitraria, sin plazo, algunos sin ningún tipo de explicación razonable, y lo único que se señala es la pobreza de sus padres. Es ese un argumento suficiente para sacarlos del seno del hogar?".

"Aquí se puede dudar, porque el negocio de ser cuidador es bueno: se les dan 200 mil pesos (400 dólares mensuales) por cada niño", apuntó la legisladora y que anunció que solicitará a la Contraloría fiscalice el cumplimiento de la normativa.

El diputado Gabriel Silber manifestó su deseo de que el miércoles la Cámara Baja apruebe la constitución de una comisión investigadora para indagar todas las irregularidades detectadas en torno al Sename y advirtió que la solución de este tema no pasa sólo por un aumento en los recursos. El abogado Marcelo Figueroa, que ha logrado "recuperar" a 10 menores del sistema en Rancagua (80 kilómetros al sur de Santiago) hizo hincapié que los padres de los niños "tienen que hacer esfuerzos sublimes para ir a visitarlos a estos centros de acogida de menores. Por lo tanto, se les causa un grave perjuicio, no solamente económico, sino que también moral y psicológico".