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Visita histórica de Francisco a favela

El papa Jorge Mario Bergoglio, que siendo arzobispo de Buenos Aires visitaba las "villas miseria", ayer caminó por las calles defectuosas de la favela Varginha, en Rio de Janeiro, y repudió la sociedad donde los pobres son considerados ciudadanos "descartables" y volvió a desafiar el esquema de seguridad acercándose a la multitud.

 Francisco pronunció ayer un discurso de tono social y con algunos párrafos de claro sentido político, en el que habló de corrupción y persuadió a los jóvenes para que no cejen en su lucha por un mundo mejor. 

 "Nadie debe ser insensible ante la desigualdad del mundo? nadie es descartable (se debe superar) la injusticia social. No, a la cultura del individualismo; sí, a la cultura de la solidaridad", afirmó el Santo Padre.

 Lo hizo en un campo de fútbol de la favela "Varginha" donde fue levantado un palco sencillo, techado, ante el numeroso público que en su mayoría estaba protegido de la lluvia por paraguas.

  "Vecinos de Varginha ustedes no están solos, la Iglesia está con ustedes, el Papa está con ustedes, los llevo en mi corazón" afirmó, y recibió una ovación.

  El pontífice llegó a esa comunidad ubicada en el norte de Rio de Janeiro cerca de las 10 horas, a bordo de su "papamóvil" sin puertas laterales, desde el cual saludó a una multitud volcada sobre las calles angostas, donde las madres pujaban para que el visitantes besara a sus pequeños hijos.

  Francisco acarició y besó a varios bebes, como lo ha hecho desde su arribo a Rio de Janeiro el lunes, y poco después de internarse en la barriada dejó el vehículo para caminar por una calle angosta, reparada en las últimas semanas especialmente para su visita, según contaron los vecinos.

 El papa argentino demostró no tener ninguna prisa pues se detuvo a saludar a unas señoras y para recibir presentes de los vecinos de una comunidad situada en una zona que fue apodada como la "Franja de Gaza" por los violentos enfrentamientos entre policías y narcotraficantes, y choques entre bandas delictivas que se disputaban puntos de venta de psicotrópicos.

 En los últimos meses se han registrado menos choques, luego de que el gobierno provincial estableció una Unidad de la Policía Pacificadora, que incrementa el patrullaje y tiene efectivos durante todo el día.

 Luego de bendecir la pequeña capilla de la barriada el Sumo Pontífice conversó con con religiosos y vecinos, e ingresó a la modesta vivienda de frente amarillo y mampostería descuidada de Maria da Penha dos Santos, en la calle Carlos Chabas no. 81.

 "Yo le dije, sea bienvenido papa Francisco, esta es su casa?y él me respondió que tengo una familia linda y que nos amaba antes de conocernos", contó la señora Penha dos Santos.

 "Ahora tengo una inmensa responsabilidad, tendré que trabajar más por la comunidad?esto me enseñó a ser mejor como ser humano, ycon mi familia, mi comunidad,mis amigos, fue por algo que él entró acá", agregó.

 "Es importante ser bien acogido ? cuando alguien precisa comer siempre hay una forma de compartir, como dicen en Brasil, siempre hay más agua para poner al 'feixao' (frijoles, ndr)", dijo el Papa elogiando el espíritu solidario de la población de menos recursos.

 "La riqueza no está en las cosas sino en el corazón, el pueblo brasileño da lección de solidaridad al mundo, la solidaridad suele ser una palabra silenciada, incómoda", sostuvo.

 En ese punto el pronunciamiento del Papa cobró una orientación más abiertamente política.

 "Hago una llamado a las autoridades públicas, a su buena voluntad, para que no se cansen de trabajar por un mundo más solidario", propuso. Aseveró que el egoísmo es fuente de "corrupción" porque quienes la cultivan "no buscan el bien común sino el personal" y esto es algo que ofende a los jóvenes, con su ímpetu intrínsecamente justiciero.

 Cuando la corrupción y el "mal" aparezcan por todas partes "no se desanimen, no pierdan la confianza pues la realidad puede cambiar" dijo el Sumo Pontífice y luego cerró el acto junto a dos voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud.