Entre las más de 10 cuadras de peregrinos que aguardaron hoy la apertura de la catedral de Río de Janeiro para el encuentro de los argentinos con el papa, se encontraba Alberto Pérez, un joven chaqueño que caminó desde su Resistencia natal hasta Río para participar de la Jornada Mundial de la Juventud 2013.
Si bien sostuvo que no había una promesa personal que lo impulsara a realizar la travesía de 2.147 kilómetros, Alberto dijo a Télam que se decidió hacerlo cuando se enteró del "caso de Renzo", para pedir por el niño que finalmente fue trasplantado del corazón en el Hospital Garrahan.
“Tardé 60 días para llegar, de noche dormía donde podía, algunas veces en baños, otras en estaciones de servicio o debajo de árboles”, destacó.
En sus dos meses de caminata, según afirmó, "el mayor riesgo" fue "el tránsito vehicular", porque si bien sufrió intentos de robo, "los ladrones nunca pudieron concretarlos".
En esos casos “me quedaba quieto y rezaba. Algunos de los ladrones se fueron y en otra ocasión, incluso, hasta me dieron comida”, relató.
Al ser consultado respecto de sus expectativas de poder encontrarse con el papa, respondió: “Eso lo maneja Dios, yo rezo”.
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