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AMPLIARLa casa de Bernarda Alba

Represión vestida de luto

La casa de Bernarda Alba, escrita por Federico García Lorca, dirigida por Rafael Nofal, a cargo del Elenco Estable es, sin duda una obra para verla, debatirla, apreciarla y disfrutarla en su totalidad. Excelente puesta, muy buenas actuaciones y una dirección actoral sin desperdicio.

Por Sebastián Ganzburg 

La casa de Bernarda Alba, escrita por Federico García Lorca constituye una de las piezas más celebradas del poeta granadino en la que se combinan temáticas universales como el amor, la muerte, la tradición, la vida pueblerina, el rol de la mujer, y los mandatos familiares.

La obra realizada por el Elenco Estable de la provincia, dirigida por Rafael Nofa, transmite la esencia del texto. El director apela a una puesta minimalista, donde todo el tiempo se contrasta lo claro con lo oscuro. Tanto el piso como el fondo de escenario son paños blanqusímos, en cambio, los personajes siempre visten de luto.

Excelente dirección actoral

Alicia López Vera interpreta a Bernarda, figura central en la obra, una mujer aristocrática, castradora, oscura, represora y autoritaria. La actriz se posesiona en el personaje, con total lucidez, generando repulsión en el espectador, brillante. Susana Santos hace de Poncia, una antigua criada cuyos conceptos morales son otros, siempre subordinada a Bernarda, no se priva de opinar, las interacciones entre amabas son de enorme altura. Personaje logrado a la perfección.

Jorge García hace de María Josefa, la abuela de las mujeres, siempre de blanco anhela un hijo, está demente, pero el deseo de sexo pervive, excelente interpretación, con una acertada pizca de humor.

Daniela Canseco es Martirio, mujer enferma físicamente, una de las hermanas más grande, personificación sin fisuras. Daniela Villalba es Magdalena, personaje conflictivo pero que nunca logra zafar del mandato, una interesante actuación. Por su parte, Noé Andrade interpreta a Amelia, una chica simpática, gordita e inocente, los gestos que logra la actriz cautivan y enternecen en todo momento. Andrea Barbá es Angustias, heredera de la riqueza, el nombre define al personaje. La obra comienza con la muerte del pater familias, debido a su fortuna Martirios es cortejada por un hombre codiciado por Adela, papel a cargo de Eloísa Martínez Romero, buena actuación. Único personaje que se diferencia del resto, tiene un color de vestido distinto en un momento de la puesta, verde, en este caso una fatal esperanza; finalmente Alejandra Páez Salas es una criada.

El manejo de las luces, del espacio escénico y del sonido es un gran acierto del director, debido a que siempre genera un clima dramático, trágico.

Sin dudas una obra para verla, debatirla, apreciarla y disfrutarla en su totalidad. 

 Funciones los fines de semana –viernes y sábados a las 22.00, domingos a las 21.00- en la céntrica sala.