Una Latinoamérica que reclama cada vez más capacidad de banda ancha, representa un campo fértil para un sembradío seguramente próspero de la industria satelital. Son muchos los ítems vinculados a la tecnología que hacen de este momento, el ideal para invertir en la materia.
Así de entusiasta se mostró al consultora "Frost & Sullivan", que reveló en su último informe sectorial que el negocio alcanza ya los 1.170 millones de dólares.
En los últimos seis años, además el crecimiento medio de los ingresos en las empresas implicadas en el negocio ha aumentado un 4,2%. Esto es considerado en Europa como “un guarismo excepcional” en plena crisis de los demás grandes mercados y que aún podría ir a más.
En un sector dominado por las dos grandes compañías mundiales, Intelsat y SES, el ‘Star One’, de Telmex y Embratel, es la principal referencia local y posee un 23,9% de la cuota de mercado. También poseen unas cifras de negocio apreciables, el Satmex mexicano (9,9%) e Hispamer, filial de Hispasat (9,5%).
Pero todos los satélites que compiten en el negocio se encuentran al máximo de su capacidad, según los expertos. Lo que abre la puerta al desembarco de algunas compañías que ya han coqueteado con esa posibilidad, como Hughes, Echostar o Eutelsat.
Según el diario español “El Boletín”, que analiza el informe, incluso se han anunciado ya proyectos de aumento de la inversión pública en la tecnología de los satélites por parte de los actuales gobernantes de Bolivia, Brasil y México.
También en este sector, la pujanza de la economía brasileña es uno de los principales factores de crecimiento. Según varias previsiones en los próximos cuatro años, por ejemplo, el porcentaje de la población suscrito a las televisiones de pago puede más que triplicarse y pasar de 21,8% actual a un 64% previsto para 2017.
Pero no es el único mercado prometedor. Chile, México y Venezuela también cuentan. Y todos ellos tienen una característica que permite al sector mantenerse, por ahora, bastante inmune al avance del ‘streaming’ gratis total que se extiende por la Red en los otros países desarrollados. En Latinoamérica, de momento, tener un abono a una televisión de pago es una cuestión de estatus social.
Así, en los últimos tres años, sin que aún se haya producido el esperado despegue definitivo de Brasil la media de población suscrita a estos servicios se ha elevado en el subcontinente del 24,5% al 33,9%. Quizá por eso, hoy por hoy, la televisión de pago aporta a las empresas de satélites un 78,4% de sus ingresos.
Pero hay otros negocios que, como decíamos antes, impulsan también la demanda de banda ancha y que, en muchos casos, sólo puede verse satisfecha gracias a los satélites.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff