Dijo Oscar Holmquist ayer cuando declaró por el secuestro y desaparición de su hermano Luis quien militaba en la UES. Una jornada marcada por testimonios impactantes.
Una jornada de impactantes testimonio se vivió ayer en el Tribunal Oral Federal donde se desarrolla el juicio oral denominado Jefatura II – Arsenales II. Uno de los casos que se trató ayer fue el de Luis Holmquist. Fue detenido en un operativo de la Brigada de Investigaciones tucumanas cuando tenía 20 años y nunca más se lo volvió a ver. El joven militaba en la UES. En mayo de 1976 fue secuestrado junto a su hermano Enrique quien fue liberado a los pocos días. “Le dijeron que no volvería a ver al hermano. Luis permanece desaparecido”, contó el testigo Oscar Holmsquit hermano de la víctima.
Su madre lo buscó toda su vida. "Vengo acá a reivindicar la lucha de mi madre", dijo Oscar cuando empezó su declaración.
La madre de Oscar Holmquist reconoció a Heriberto Albornoz entre las personas que secuestraron a Luis.
Luis Holmquist fue visto por el ex gendarme Cruz en el Reformatorio y Juan Martín lo vio en Arsenal. Gustavo Campopiano también lo vio en Arsenal.
Luis militaba en la UES junto a Ana Corral, Enrique Fernández y Rolando Curia. Todos fueron detenidos desaparecidos.
Oscar habló de su hermano menor Luis, de sus gustos, su actividad deportiva, su solidaridad. Además contó que su madre nunca más quiso dormir en una cama, “si su hijo dormía en el piso ella hacía lo mismo”.
Otra de las testigos que declaró ayer fue María Rosa de Archetti. Su esposo, Armando, fue secuestrado el 24 de enero de 1977. En Junio Harguindeguy le dijo que no busque más a su esposo, que estaba muerto.
Archetti tenía 33 años cuando fue secuestrado en Santiago del Estero, luego trasladado a Tucumán. Fue visto en Arsenales por el doctor Augier y por Matilde Palmieri de Cerviño.
También declaró Ana María Estequin, su primo Raúl Enrique Fernández fue secuestrado el 30 de mayo de 1977. Tenía 18 años. "Más que primos éramos hermanos", dijo Ana María. “Fue el hermano que me arrancaron a los 17 años”, agregó.
Ana María contó que su tía habló con Bussi. "Aquí el dueño de la vida y la muerte soy yo", le dijo el genocida.
En este sentido aseguró que la familia sufrió una destrucción tras el secuestro y desaparición de Raúl. "He visto a mi tía salir con el arma más grande, no era una capucha, era un pañuelo blanco".
Otro de los testimonios que ayer se escuchó fue el de Guillermina Manuela Romano de Corral. Madre de Ana Cristina Corral, quien tenía 16 años cuando fue secuestrada en su domicilio el 8 de junio de 1976. Guillermina contó que el coronel Zimmerman, por entonces Jefe de la Policía, le pidió a su esposo una foto de Anita para buscarla.
Esa foto fue publicada en La Gaceta diciendo que Anita se había ido por su propia voluntad.
Más tarde llegó el turno de Yolanda Lelia Corral, hermana de Anita. Estaba en la casa cuando se la llevaron. “Ingresaron a casa muchas personas armadas diciendo: estamos buscando a Pupé, quién es Pupé la novia de pajarito", sostuvo.
Guillermina recordó que vio a una mujer entre los secuestradores y Lelia lo confirmó. “Estaba vestida con ropa oscura, tenía borcegos y la cara tapada”.
El nombre Ana María Corral figura en la lista aportada por Clemente con la sigla DF, indica que su ejecución había sido decidida. "Siempre voy a estar agradecida al valiente testimonio del ex gendarme Torres", exclamó. Torres describió en su declaración el asesinato de Anita, ejecutada por Bussi.
Otro de los casos que se trató en la jornada de ayer fue el de José Horacio Díaz Saravia y su esposa Teresa Guerrero, actualmente desaparecidos. En este sentido declaró Amilcar Díaz Saravia, hijo mayor de la pareja, quien se encontraba presente el 4 de setiembre del 76 cuando se llevaron a sus padres. Tenía dos años. Amillcar era un niño cuando llevaron a sus padres, con esfuerzo cuenta lo que recuerda de aquel horror que vivió.
"Innumerables gestiones hizo mi abuela...hasta el día de su muerte", expresó Amilcar. Recordó a su abuelo en terapia intensiva, su dolor por no haber conseguido información sobre sus hijos.
José Horacio tenía 27 años, trabajaba en la UNT y era estudiante, Teresa tenía 25 años.
El matrimonio fue visto en Arsenal por NC, OP y CM (testigos protegidos) y por María Cristina Román de Fiad.
La noche del secuestro se llevaron de la casa bienes, objetos de valor y los sueldos de José y Teresa.
Mientras declaraba Amilcar leyó una carta de su abuelo en la que habla de quiénes eran sus padres. La epístola fue enviada en su momento a Bussi.
"Hágame conocer dónde están mis hijos, de qué delitos se los acusa", dice la carta.
Luego declaró Eduardo Rafael Díaz Saravia, hermano de José Horacio. Eduardo tenía 14 años cuando secuestraron a su hermano y a su cuñada, "Mi papá murió sin poder saber dónde estaba su hijo", dijo y agregó “mi sobrino, mucho tiempo contó: 'los policías le pegaban patadas a mi papá'".
Hoy continúan las audiencias desde las 9.30
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