La exposición continua a factores estresantes puede llevar a las personas a ingerir calorías de bajo poder nutritivo en forma compulsiva, incrementando las posibilidades de sufrir aumento de peso o síndrome metabólico, que incluye diabetes, hipertensión arterial y colesterol elevado, entre otras afecciones.
Conflictos personales, cambios en el estilo de vida, presiones laborales y otros factores estresantes generan consecuencias graves sobre la salud, ya que pueden crear adicción a productos altamente calóricos.
La nutricionista Rosa
Labanca, directora del Centro de Docencia, Asistencia e Investigación de la
Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios, explicó hoy en una
conferencia en un hospital porteño que "en épocas de estrés aumenta la
ingesta, especialmente ante comida palatable y energéticamente densa".
Así, mientras que el "estrés
agudo" quita el apetito, en el caso del "estrés crónico" es
diferente, ya que, según la especialista, "se altera el eje hipotalámico,
pituitario y adrenal liberando grandes cantidades de cortisol, la hormona del
estrés".
Esto lleva a cambios en el comportamiento alimentario como el aumento en la frecuencia de las comidas y la ingesta de hidratos de carbono y grasas, que son adictivos.
"Se ha demostrado que productos como las galletitas, los chocolates y otros ricos en carbohidratos y grasas causan el mismo efecto que la cocaína, las anfetaminas, la nicotina, el alcohol o la actividad sexual, ya que aumentan la dopamina que es una sustancia asociada al placer", explicó Labanca.
En este sentido, la persona con dopamina baja recibiría una "gratificación" al ingerir esos alimentos, facilitando la aparición del "síndrome metabólico", dado que "debido a ciertos receptores del abdomen la grasa se acumula de la cintura para arriba, aumentando el riesgo cardiovascular", detalló la especialista.
Así, en este contexto de "agitada vida urbana", el estrés crónico surge cuando la persona "no ve la salida ante una situación deprimente". Labanca señaló que el peor aspecto de este tipo de estrés es que "la gente se acostumbra a él, se olvida que está allí", haciendo que el tratamiento resulte "muy difícil".
La propuesta para tratar la obesidad
ligada al estrés crónico incluye técnicas conductuales para manejar la
ansiedad, relajación, actividad física y herramientas que permitan modificar
ciertos hábitos para que la persona reaccione diferente ante la necesidad de
comer determinadas cosas.
"Dado que el disconfort emocional lleva a comer inadecuadamente, apuntamos a promover una nueva actitud ante los desafíos cotidianos, existen técnicas cognitivo-conductuales que permiten un manejo consciente de la ansiedad y la alimentación", precisó Labanca.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff