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El gobierno venezolano capturó a nueve paramilitares colombianos y se renuevan las denuncias

El gobierno de Venezuela anunció ayer que capturó en su territorio a nueve paramilitares colombianos y el presidente Nicolás Maduro reiteró que existe “un plan de la derecha fascista con apoyo desde Colombia” para “asaltar el poder político” venezolano.

La detención de los nueve paramilitares en dos operativos en los estados Táchira y Portuguesa fue anticipada esta mañana por Maduro, a través de su cuenta de Twitter, y detallada poco después por el ministro de Interior y Justicia, general Miguel Rodríguez Torres, en una conferencia de prensa.

Seis personas -entre ellas una mujer- fueron aprehendidas en Coloncito, en el interior del estado andino Táchira, y las otras tres, en una finca en Guanare, en el estado centrooccidental Portuguesa, en sendos operativos a cargo de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

“Existen vinculaciones entre los dos grupos capturados, iban a cumplir misión en Caracas”, aseguró Rodríguez Torres, quien identificó por sus nombres y sus alias a todos los detenidos, informaron las agencias de noticias AVN, ANSA, DPA y EFE.

El funcionario exhibió armas cortas y largas, proyectiles, uniformes militares, teléfonos celulares y libros incautados en los operativos, y mencionó la existencia de una motocicleta y “una caja negra de avión que puede ser utilizada para un falso positivo de un accidente aéreo”.

“Presumimos con mucha fuerza que todo esto puede ser parte de un plan que está orquestándose desde Colombia para atentar contra la vida de nuestro presidente y contra la estabilidad del gobierno”, señaló Rodríguez Torres.

Poco después de la rueda de prensa del ministro, Maduro volvió a escribir en su cuenta de Twitter. “Estamos enfrentando un plan de la derecha fascista con apoyo desde Colombia de grupos violentos, para asaltar el poder político”, afirmó.

“Ratifico, desde Colombia se conspira contra nuestra patria, la derecha ha coordinado nuevamente que grupos asesinos vengan a nuestra patria”, agregó en otro mensaje.

Mientras tanto, el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón -en ausencia del presidente Juan Manuel Santos, de visita oficial en Israel- sugirió que la ONU verifique la denuncia del dirigente y comentarista chavista José Vicente Rangel sobre la supuesta compra de aviones de guerra por parte de la oposición venezolana.

“Frente a las denuncias de José V. Rangel en Venezuela creo que lo mejor que puede hacer Colombia es solicitar la verificación de la ONU”, escribió Garzón en Twitter.

Rangel, quien entre 1999 y 2007 fue sucesivamente canciller, ministro de Defensa y vicepresidente del hoy fallecido presidente Hugo Chávez, afirmó ayer que “venezolanos de la oposición”, a los que no identificó, firmaron un contrato de compra de 18 aviones de guerra que serán llevados antes de fin de año a una base militar de Estados Unidos en Colombia.

En el programa que conduce todos los domingos en el canal privado Televen, el exfuncionario aseguró que la supuesta compra de los aviones fue pactada a fines de mayo pasado, en una reunión que un grupo de dirigentes opositores mantuvo con ejecutivos de la industria aeronáutica militar en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

Según Rangel, los opositores “vieron algunos catálogos y optaron por un determinado modelo, firmaron contrato de compra a más tardar a principios del mes de noviembre de este año, por 18 aviones que serán ubicados en una base militar de Estados Unidos ubicada en Colombia”.

“Qué buen chiste el de los aviones de guerra, sólo posible en una mente retorcida y oscura como la de ese nefasto personaje”, respondió hoy Capriles en Twitter.

La denuncia de Rangel tuvo lugar un día después de que Maduro anunciara que convocó para mañana martes al Consejo de Estado, para que analice la relación entre Colombia y Venezuela, y produzca “un documento central” sobre el tema.

La relación entre Colombia y Venezuela, que se había normalizado a partir de la asunción de Santos, en agosto de 2010, se tensó súbitamente el 29 de mayo, cuando Capriles -quien cuestiona el resultado de las elecciones presidenciales de abril pasado- fue recibido en Bogotá por las más altas autoridades colombianas, incluido el mandatario.

Desde entonces, las principales figuras del gobierno venezolano sostuvieron que en la capital colombiana estaba fraguándose una conspiración para desestabilizar a Venezuela y atentar contra Maduro y el presidente del parlamento, Diosdado Cabello, lo que fue rechazado por las autoridades de Colombia.