Dijo en su declaración el testigo Pedro Barrionuevo quien habló sobre su hermano, Nemesio, hoy desaparecido. Una jornada con testimonios impactantes se vivió ayer en el Tribunal Oral Federal en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II.
Una jornada con testimonios impactantes se vivió ayer en el Tribunal Oral Federal en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II.
El primero en declarar fue Héctor Oscar Justo secuestrado el 25 de marzo de 1977. Se desempeñó como diputado por el bloque justicialista, después del golpe de Estado quedó desocupado.
Cuando le preguntaron por su vida y los movimientos subversivos de Tucumán, dijo que “no conocía nada de subversivos”, entonces le dijeron “‘yo pienso que vas a recordar un poquito mejor’, me dijeron y empezaron a picanearme”.
De Jefatura lo trasladaron a otro lugar, según su descripción, el Arsenal Miguel de Azcuénaga. Allí habló en con Damián Márquez, quien le contó que lo habían traído de Jefatura. Además expresó que su madre y su esposa también fueron secuestradas. En Arsenales habló con el doctor Augier, quien lo ayudó con una herida. También conversó con “uno de los Cantos Carrascosa, me dijo que allí estaba Anabel y Germán Cantos Carrascosa”.
Contó que en la zona de boxes, de adelante, estaban dos chicas, una embarazada. “Las dos estaban mal. Unos días después no la escuchamos más”.
Héctor fue liberado el 29 de abril del 77, le dejaron una nota firmada por el 'Comando restaurador del Norte´. En el escrito le daban 30 días para abandonar la provincia, porque sino sería 'ajusticiado'.
Lo liberaron cerca de Los Nogales, caminó hasta la entrada a Tucumán, lo levantó un auto particular. “Me llamó la atención que ese auto me llevó a una comisaría, me interrogaron, mientras se comunicaban por radio con otro lugar. Preguntaron si sabía quién me había secuestrado, respondí que no”, entonces “me dijeron que debía haber sido gente Montoneros o del ERP”. Y agregó “jamás dije que sabía quien me había secuestrado, por el bien de mi familia".
Héctor conservó la nota que le habían dado firmada por el Comando restaurador. "Ya tenía esto" dijo ante el tribunal levantándola.
Luego declaró María del Sol Curia, a través de video conferencia desde Estados Unidos. La testigo contó que sobre el secuestro de sus hermanos Gloria Constanza y Fernando Ramiro.
Gloria estaba ingresando a Agronomía y Fernando era estudiante en el Instituto Técnico. Ingresaron a su casa personas con uniforme azul, muy oscuro, le pusieron un arma “niquelada”, recordó.
"Lo último que escuché era que se los llevaban. Mi hermanito iba llorando", dijo consternada. Por último sostuvo que Juan Martín le contó que vio por última vez a sus hermanos en Jefatura en 1978.
Otro de los testigos que declaró ayer fue Mario Ernesto Senco. Fue empleado de la policía. En 1976 era jefe de Toxicomanía en la Brigada de Investigaciones. Dijo que creyó haber visto el cuerpo Juan Manuel Carrizo en la Brigada de Investigaciones. “De ese cuerpo se encargaban los militares”, me dijeron.
Luego lo hizo Héctor Ángel Lobo, un hombre de 87 años que habló de su amigo y vecino Viterbo Corbalán. Estuvo en el negocio de su amigo cuando ingresaron uniformados con armas y se lo llevaron.
Tiempo después se encontró circunstancialmente con una mujer, me dijo “haber estado con Viterbo en Arsenales”.
Por su parte el testigo Pedro Barrionuevo habló sobre su hermano, Nemesio, quien permanece desaparecido. Ambos trabajaban en los talleres de Tafí Viejo. Nemesio fue secuestrado el 17 de marzo de 1976. En este sentido Pedro contó que cuando entraron a su casa “apuntaban en la cabeza a mi señora y a mi bebé”. Bajo esas circunstancias lo llevaron a buscar a su hermano. Se lo llevaron y “nunca más supe de él”.
Mas adelante expresó: "equipo de tarea le dicen ahora, pero eran bandas de asesinos cobardes".
Pedro supo que su hermano estuvo internado en el hospital militar. Identificó como uno de los policías que lo golpearon esa noche al imputado Jodar.
“Era necesario que estos 30 mil jóvenes brillantes desaparecieran para que estos vendepatria hicieran lo que hicieron", aseveró, “por eso pido justicia, que se llegue a la verdad".
En la jornada del viernes, además, se dio lectura a la declaración judicial del ex gendarme Antonio Cruz. Trabajó primero en la Escuelita de Famaillá, en el 'Motel', en el Reformatorio y en Arsenales. En su declaración señaló como interrogadores y torturadores a Benito Palomo y a Ernesto Barraza. Además dijo que Campopiano estuvo en Arsenales y murió por falta de atención médica, de tétanos. También habló de una violación realizada por Ortiz pero al ser un centro clandestino no le correspondía ninguna sanción, expresó. Lo acompañó al baño y vio que orinaba sangre. El testigo aseguró que esa noche lo dejaron colgado y al día siguiente murió.
El ex gendarme dijo que vio a una mujer embarazada, que esperaban que dé a luz para fusilarla. Contó sobre los fusilamientos en Arsenales, y relató que uno de los detenidos permanecía con vida cuando le prendieron fuego.
A su vez indicó que le advirtió a Barraza sobre la situación, sin embargo, el ahora imputado dejó que el detenido muera quemado.
Entre los nombres de interrogadores y torturadores que dio Cruz están Benito Palomo, Barraza, Sowinski.
La audiencia se reanudará hoy a las 9.30.
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