Francisco destacó que el papa Juan XXII fue un "pastor y un padre" que se ganó el corazón de mucha gente, además de un "hombre de gobierno y un conductor", al cumplirse hoy 50 años de la muerte de Angelo Roncalli.
El Papa habló en la Plaza San Pedro al recibir una peregrinación de unos 2000 personas de Bérgamo, provincia del norte de Italia de la cual era oriundo Roncalli, y se inclinó para rezar ante la urna con las cenizas del "Papa bueno", declarado beato en 2000.
"El mundo entero reconoció en el Papa Juan un pastor y un padre", dijo Jorge Bergoglio, quien se preguntó "¿cómo pudo llegar al corazón de tantas personas tan distintas, incluso muchos no cristianos?".
Francisco resaltó que "era un hombre de gobierno, un conductor, conducido por el Espíritu Santo", durante la ceremonia, que contó con la presencia de obispo de Bérgamo, Francesco Beschi.
"A 50 años de su muerte, la intuición profética de convocar el Concilio Vaticano" de Juan XXIII y el "ofrecimiento de su propia vida por la buena causa lograda, el amor por la tradición de la Iglesia y la conciencia de su necesidad constante de actualización" siguen siendo un "faro luminoso", añadió.
También subrayó que el papa italiano fallecido el 3 de junio de 1963 "transmitía paz porque tenía un ánimo profundamente pacificado", producto de "una paz natural, serena, cordial, que con su elección al pontificado se manifestó al mundo".
Bergoglio definió a Roncalli como un "eficaz tejedor de relaciones, válido promotor de unidad dentro y fuera de la comunidad eclesial, abierto al diálogo con cristianos de otras Iglesias, con dirigentes del mundo judío y musulmán y con muchos hombres de buena voluntad".
"Es tan lindo encontrar un sacerdote bueno", afirmó Bergoglio, quien recordó a San Ignacio de Loyola, aunque aclaró en broma que "no hago publicidad" -pues es el fundador de la orden a la cual pertenece- cuando afirmaba que si un "superior no tiene todas las virtudes, al menos que tenga mucha bondad".
Juan XXIII fue el papa número 261 de la Iglesia católica, tras una vida al servicio de la Iglesia, primero en la diplomacia en Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia, y luego como patriarca de Venecia.
El anciano bergamasco de origen campesino fue electo para que se desempeñara como un pontífice de transición, pero en los pocos años que ocupó el trono de Pedro, desde 1958 a 1963, sentó las bases para la renovación de la Iglesia.
En ese sentido, convocó por sorpresa el Concilio Vaticano II y guió su primera etapa. Ese Concilio, que concluyó Paulo VI, cambió la Iglesia en su interior y en sus relaciones con las otras religiones y confesiones.
Su encíclica "Pacem in terris" es una piedra fundamental en el magisterio eclesiástico y en el diálogo de las Iglesias con el mundo.
El compromiso de Juan XXIII por la paz ayudó a la humanidad a esquivar el peligro de una tercera guerra mundial, en 1962, en el momento de la "crisis de los misiles" entre Estados Unidos y la Unión Soviética. En 1962 se le otorgó el premio "Balzan" de la paz como testimonio de su compromiso a favor de ella con la publicación de las encíclicas "Mater et Magistra" y "Pacem in terris" y por su decidida intervención en oportunidad de la grave crisis de Cuba del otoño de ese año.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff