El gobierno uruguayo otorgará cerca de 40.000 viviendas hasta 2015, en momentos en que se prevé un enlentecimiento de la construcción e incluso la paralización de algunos proyectos privados.
El ministro de Vivienda, Francisco Beltrame, dijo a ANSA que desde el inicio del período de gobierno, en 2010, se entregaron unas 15.000 viviendas, al tiempo que otras 23.000 están en construcción, todas ellas financiadas por su cartera.
Beltrame apuntó que uno de los puntos claves de la política
de vivienda, fue la aprobación de una Ley que promueve la
inversión en vivienda de interés social, es decir destinada a
sectores medios y medios-bajos, mediante la exoneración de
impuestos a la construcción de esas unidades.
Bajo ese sistema, se presentaron a consideración de las
autoridades un total de 162 proyectos, lo que comprende a unas
5.500 viviendas, de las cuales 1.700 están en obras y quedarán
finalizadas en 18 meses.
La política de vivienda puso además un fuerte hincapié en los
planes de realojos, que comprenden a familias que habitan en
terrenos con altos niveles de contaminación y que son
frecuentemente inundables, y a la erradicación de asentamientos
precarios, principalmente en Montevideo.
Según Beltrame, ya se concretaron 2.000 realojos de personas
que vivían en ese tipo de terrenos, al tiempo que desde 2006
unas 14.000 personas dejaron de vivir en asentamientos y cuentan
hoy con viviendas de materiales, rodeadas de calles,
saneamiento, iluminación y espacios abiertos o cerrados para el
esparcimiento.
Por otra parte, está en pleno desarrollo el "Plan Juntos",
buque insignia del presidente José Mujica y que atiende a unas
1.700 familias, en un programa socio-habitacional que no sólo
atiende la problemática de la vivienda.
La fase final del plan quinquenal de viviendas coincidirá,
según expertos, con un enlentecimiento en el sector de la
construcción e incluso con la paralización de algunos proyectos.
El analista la consultora Deloitte, Pablo Rosselli, previó
para este año un crecimiento de 1% en la construcción, frente a
un incremento de 5% en 2012, sin contar el efecto de la obra de
la pastera Montes del Plata, en el departamento (provincia) de
Colonia.
"Con costos crecientes para desarrolladores e inmobiliarias,
los márgenes son muy ajustados, eso limita la capacidad de
explotar la ley de interés social", explicó Rosselli.
El experto aventuró que "lo que va a terminar de ocurrir es
que los inversores van a sentir un poco de incertidumbre a la
hora de evaluar y de llevar adelante los proyectos”.
La Asociación de Promotores Privados de la Construcción envió
días pasados una carta al presidente José Mujica en la que
advirtió que "hay prendidas luces amarillas en el sector".
Precisaron que debido a la caída del dólar, la baja
productividad y el tratado de intercambio de información con
Argentina, muchos empresarios que compraron terrenos para
edificar suspendieron el inicio de las obras ante las
perspectivas inciertas sobre las ventas futuras.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se publicó el año pasado, señaló que Uruguay es uno de los países de la región en los cuales es más caro adquirir un inmueble, lo que determina que 53% de las familias en Montevideo no tengan posibilidades de acceder a su vivienda propia.
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