Una nueva audiencia en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II se realizó ayer con impactantes testimonios. El testigo Santos Juárez reconoció al padre Pepe en Arsenales, quien deba misa a los gendarmes. También declaró la jueza Alicia Noli.
La audiencia en la Megacausa Jefatura II – Arsenales II se inició con retraso debido a que el imputado Godoy tiene una “neumonía bilateral”. Estuvo estable pero al ser “un paciente tabaquista” puede necesitar asistencia mecánica, explicaron. Marcelo Godoy fue señalado por muchos testigos como 'El indio', el más cruento torturador.
Santos Juarez fue el primer testigo en declarar. Lo secuestraron el 10 de junio de 1977. Estuvo 20 días detenidos – desaparecido en Arsenales.
Dijo que en un camión lo trasladaron, junto seis personas más, entre ellas Sixto Villarreal. También escuchó los nombres de Narciso Veliz, Oscar Verón, Lauro Fuensalida, Juan Francisco Cabrera.
Al igual que otros testigos dijo que recibían periódicamente la visita de un cura. Escuché a dos soldados hablar pidiendo que llamen al cura, decían que lo traigan a Pepe.
A su vez indicó que vio a Hugo Bustos, "le habían quemado el bigote". También destacó: “escuché a uno que se identificaba como hijo del dueño de Méndez Automotores”.
Juárez precisó que "trajeron a una chica, le pegaron muy feo, le hacían daño con un palo en la vagina".
En otro pasaje del testimonio comentó que cuando lo liberaron exclamó "si me van a matar tírenme cerca de Los Ralos".
En medio de la audiencia otro imputado tuvo problemas de salud, fue Chuchuy Linares que de inmediato fue transferido al hospital. Tuvo una descompensación.
La audiencia continuó su rumbo, Santos Juarez sostuvo que la guardia en Arsenales la hacía Gendarmería Nacional. "Ellos se identificaron como gendarmes".
Respecto al padre Pepe aseveró que fue tres o cuatro veces al Arsenal. “El cura hizo oraciones en latín con tonada tucumana”.
Luego el abogado defensor Maggio preguntó cómo el tribunal consiguió el teléfono del testigo, cómo lo llamaron. “Los testigos de la doctora Laura Figueroa vienen y señalan a uno de nuestros defendidos”, expresó.
Juárez entonces sostuvo “siento que me están interrogante sobre un tema en el que yo padecí".
Luego llegó el turno de
la jueza María Alicia Noli. Brindó un testimonio detallado y preciso
acerca de lo que pasó el 16 de setiembre de 1976, cuando tres hombres jóvenes, armados, entraron a su casa de Ecuador al 1000, en la capital
tucumana, y secuestraron a su esposo, Enrique Sánchez.
"Dijeron que eran de la Policía Federal, el más chico tendría 18 años y los otros 23, y lo llevaron en un Renault 12 blanco, sin patente", recordó la jueza que desde ese momento se comprometió en la lucha por la búsqueda de las víctimas del terrorismo de Estado y fue abogada de familiares de desaparecidos.
A Sánchez le decían "Villita",
era estudiante universitario y cuando lo secuestraron tenía 23 años,
estaba casado con Noli y ambos tenían un hijo de un mes.
"Decían que eran combatientes
armados cuando en realidad estaban armados por sus ideales", destacó
al recordar a su esposo desaparecido, quien según el relato de testigos
fue visto con vida por última vez en el Arsenal "Miguel de
Azcuénaga".
Además de llevarse a su marido, Noli contó que saquearon la casa y también el departamento donde vivía su madre. "Se llevaron desde el calefón, que lo desprendieron, hasta el canasto de la ropa sucia. Todo menos las fotos y los libros", relató la jueza.
También brindó su testimonio Hector Galván, que fue secuestrado en Santiago del Estero cuando tenía 18 años y lo alojaron en el centro de detenciones conocido como el Arsenal.
Entre los duros momentos que vivió en cautiverio, Galván recordó
que estuvo con una mujer embarazada que le decían "la Panzona".
"Una noche la sacaron y la
volvieron a traer cuando había nacido el bebé. Ella suponía que la iban
matar. Y así fue", expresó.
"Nosotros sabíamos que los que
sacaban de noche iban a morir porque los gendarmes decían `esta noche hay
fiesta`", relató.
Por su parte, Margarita Lacowski, quien
aclaró que es "testigo, víctima y querellante", señaló que en el
Arsenal "todo era muy perverso y muy siniestro, tanto que tardé años
en hablar de esto".
"En ese lugar había todos los olores del mundo, pero el más fuerte era el del miedo", indicó.
La megacusa, proceso que tiene a 41 imputados por la desaparición de 222 personas en la década del 70, continuará hoy con la segunda jornada semanal que incluirá nuevos testimonio de víctimas y testigos.
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