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19/05/2013 - Salud

Destacan que obesidad y sobrepeso no son trastornos genéticos

Especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública de México destacaron que los problemas de obesidad y sobrepeso en el mundo comenzaron a agravarse en los últimos 50 años, lo que demuestra que no son consecuencia de los genes, sino de un entorno sedentario que además ha generalizado comer mal y de más.

El Doctor Máximo Ravenna está muy cerca de estas afirmaciones, dado que desde hace muchos años viene trabajando en las influencias que la psicología, el entorno social y las comidas atrapantes generan sobre la población.

Entre los factores que actúan sobre el cerebro para desembocar en esta enfermedad, el especialista ubica el tipo de comidas que se ingieren al tope de la lista. "La comida rica no genera saciedad porque lo sabroso regenera el circuito de voracidad" expresó Ravenna, y agregó "la comida demasiado sabrosa genera una especie de "Triangulo de las Bermudas", en donde desaparecen los flacos..."Hay alimentos atrapantes que hacen que el cuerpo y la mente pidan lo que no es necesario".

Estas palabras dejan de lado la preponderancia genética sobre la que avanzó la ciencia durante muchísimos años. El psicoterapeuta sostuvo que el problema es que ahora se tiene más acceso a los llamados alimentos chatarra y aseguró que “lo que hay que modificar son los hábitos contaminantes porque hace 30 años los humanos no habían experimentado este aumento de obesidad, a pesar de tener los mismos genes, de manera que el entorno es el que ha cambiado, y es el entorno el que debe ser modificado”.

Esto ha hecho que en los últimos 30 años se haya pasado de un 15 % de la población obesa a un 75% en algunas partes del mundo.

Tras estos datos, Ravenna reiteró que para poder frenar este problema, “es necesario legislar como se hizo con el tabaco, etiquetando la comida chatarra, porque la información que colocan las empresas por sí mismas no se entiende y es, en su mayoría, engañosa”.

Finalmente, el creador del método de adelgazamiento elegido por los famosos explicó que “debe haber una política pública a nivel mundial que abandone parcialmente lo genético y que profundice las investigaciones en este sentido para abrir el paso a los trabajos sobre la influencia que los factores sociales y económicos de la sociedad actual tienen sobre los hábitos, el cerebro y el cuerpo respectivamente”.