Los cirujas en buen número se instalaron en La Ciudadela con el propósito de alentar y asistir a un posible de San Martín. Pobre. San Martín les devolvió con mal juego,impotencia y una derrota. Perdió 1 a 0 en el minuto final del partido con Gimnasia y Tiro de Salta. Gol de Zárate. Balvorín erró un penal.
San Martín sigue inmerso en la nada.
El Santo tucumano está mal económicamente, institucionalmente y futbolísticamente. Todo esto se potencia con la dura derrota sufrida ante un tibio equipo salteño. Los tucumanos perdieron por 1 a 0 con un golazo de un ex decano, Zárate, y cuando finalizaba el partido le sumó amargura al mundo ciruja.
Al minuto y medio de inciado el juego Gustabo Balvorín que retornaba al primer equipo erró un penal. Más allá de eso los dirgidos por Carlos Roldán no mostraron nada de nada, ni juego, ni actitud. El partido en líneas generales fue pobre y chato. Una pena la devolución del equipo de Roldán al aliento y al sueño de los hinchas, quienes al final soltaron su bronca con insultos para el cuerpo técnico y los jugadores, quizás con razón porque van y van y sólo reciben amarguras. No hay individualidades en el juego y lo colectivo brilla por su ausencia.
Ayer San Martín perdió con el equipo de Víctor Riggio y con nada queda con los 3 puntos.
Castigo para San Martín, que a lo largo del campeonato mostró solamente minutos de fútbol y, con mucha suerte, llegó a estas instancias.
Si la suerte lo sigue acompañando, ya que su fútbol sigue ausente, quizás logre el otro ascenso.
Daniel A. Villalba
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