El pasado 3 de marzo La Capital publicó información difundida por la Secretaría de Cultura municipal vinculada a los resultados de las actividades culturales de verano. "El éxito fue tal que se calcula la presencia de más de cien mil espectadores", se destaca.
POR HUGO VITANTONIO
La programación aludida, se extendió desde fines de enero hasta comienzos de marzo y se desarrolló en un conjunto variado de espacios públicos que van desde el Predio Ferial del Parque Independencia hasta el Anfiteatro, la Isla de los Inventos, la Casa del Tango y otros. Como dato constitutivo del número global de público, se destaca la presencia de 41.000 personas en los desfiles y competencias de comparsas que contaron también con la participación de grupos musicales en el parque Independencia. En su edición del 24 de febrero de 1970, la revista "Periscopio" daba cuenta de los debates suscitados en torno a los resultados de los famosos bailes de carnaval organizados por clubes rosarinos. Memorables y multitudinarios, involucraban a casi todos los clubes de la ciudad como Newell's, Provincial, Gimnasia y Esgrima, Rosario Central, Serbando Bayo, Echesortu, Temperley, Atlantic Sportmen y El Tala, entre otros. En ese año, los directivos de Provincial, Gimnasia y Esgrima y Rosario Central decidieron afrontar en común la organización de los bailes. "Contrataron a los artistas en forma conjunta y se distribuyeron las recaudaciones por partes iguales. Así pudieron reducir a 27 millones de pesos viejos los 70 millones invertidos en el rubro el año pasado, cuando la competencia por atraer al público originó pérdidas exorbitantes", continúa la publicación. La buena noticia fue que asistieron 63.000 personas. La mala fue que en la edición de 1969 la afluencia fue de 88.000. Las explicaciones acerca de la caída fueron múltiples. Algunos responsabilizaban al modelo de gestión basado en el ajuste de presupuestos con la consiguiente pérdida de atractivos en la oferta: finalmente los números cerraron gracias a la participación del joven cantautor catalán Joan Manuel Serrat, quien se presentó en sendas noches de los clubes grandes: Provincial, Gimnasia y Esgrima y Rosario Central. Otros atribuían la caída a la oferta pública gratuita, o la mala situación económica del país que ya prefiguraba una década tormentosa. Haciendo un simple análisis comparativo entre esos resultados y los publicados en la nota del pasado 3 de marzo, difícilmente podría sostenerse la idea de "éxito alcanzado". La realidad es que los resultados obtenidos por la Secretaría de Cultura no fueron malos, pero están muy por debajo de los obtenidos cuatro décadas atrás por los clubes de Rosario, sin contar el crecimiento vegetativo y con gasto cero para el presupuesto municipal. Como ya dijimos: los números no cantan. Volviendo a la crisis de los setenta descripta en "Periscopio", a diferencia de Rosario, otras ciudades lograron abrirse camino configurando modelos de puesta en valor de las fiestas populares para tornarlas sustentables asociándolas a la fabricación y comercialización de bienes, la venta de servicios turísticos, hoteleros y gastronómicos, y avanzando en modelos de gestión mixtos basados en la integración y articulación de los esfuerzos. Tal el caso de Gualeguaychú. Todo comenzó por 1977 con una epopeya barrial de "papelitos" crepé de múltiples colores, y un formato participativo y orgánico denominado teatro a cielo abierto. Pasados más de treinta años sus resultados asombran y los números son presentados y comunicados con una calidad y profesionalidad envidiables. Análisis pormenorizado de las entradas vendidas y el costo por cada categoría durante los últimos veintitrés años; control de la participación y llegada de medios de comunicación a la ciudad con motivo del evento; procedencia, conformación grupal, permanencia y repitencia de los visitantes y turistas; ponderación de niveles de consumo y riqueza generada por persona. (fuente: Estudio Fernández Tesone). En fin, toda la información que necesita un planificador, productor, gestor o empresario para minimizar los riegos de su inversión, generar metas y evaluar efectivamente su cumplimiento. Treinta años de políticas culturales en democracia no fueron suficientes para convencer a los gestores culturales municipales de la necesidad de construir indicadores. A diferencia del gobierno de la ciudad de Buenos Aires desde su Observatorio de Industrias Creativas, el Estado nacional con el Sinca y la UBA, entre otros, Rosario aún no avanza en ese sentido. Hace pocos días la Secretaría de Producción y Desarrollo local lanzó el Centro de Información Económica. En esa oportunidad la intendenta Mónica Fein señaló que "la información es muy importante, es la herramienta fundamental para la toma de decisiones". Estamos de acuerdo. Sería atinado, y dado que ya se cuenta con un centro especializado, que la generación de indicadores culturales se incorpore a la agenda de trabajo de dicho organismo. Entonces todos podremos afirmar que "los números cantan". (*) Director de la Fundación MusiMedios |
||
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff