El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que "no hay más margen de negociación" para aumentar las jubilaciones que reclama la Central Obrera Boliviana (COB) y que si esa entidad se ha convertido en un partido político "habrá que tratarla como oposición", mientras un dirigente minero respondió que el mandatario "debe ser más cauto y no querer incendiar" el país.
"Quiero decirles a los compañeros de la Central Obrera Boliviana y a algunos sectores sociales: En vano están esperando que la propuesta se va a mejorar; es la última propuesta. Si seguimos subiendo no sería sostenible", dijo el presidente Morales en conferencia de prensa, citado por la agencia estatal ABI.
De este modo, luego de que el pasado jueves se reiniciara el diálogo ayer volvieron
a endurecerse las posiciones en el quinto día de la huelga indefinida
declarada el lunes por la COB, que reclama aumentar las pensiones de los
mineros a 8.000 bolivianos (1.147 dólares) y las de los demás sectores a
5.000 (714 dólares).
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Arce, sostuvo que el aumento
de las pensiones que propuso el gobierno para llevarlas a 4.000
bolivianos (570 dólares) para los mineros y a 3.200 para el resto (457),
ya supone reducir nueve años (de 39 a 30 años) la sostenibilidad del
Fondo Solidario que garantiza una jubilación universal para los que
menos ganan o no tienen aportes.
Con la propuesta de la COB, dijo Arce, citado por el diario paceño La
Razón, esa sostenibilidad se reduce a 10 años, lo que "es absolutamente
inalcanzable" porque vulnera las bases del sistema.
Por su parte, el dirigente minero Miguel Pérez, citado por la agencia
ANSA, dijo que el presidente Morales "debe ser más cauto y no querer
incendiar" al país, tras calificarlo de "malagradecido" con los
trabajadores que encabezan la protesta sindical por mejores
jubilaciones.
Mientras tanto, los maestros rurales se sumaron hoy a las protestas y
"alfombraron" con piedras la carretera de La Paz a Oruro, que vincula a
esta ciudad con resto del país, donde hubo también bloqueos y marchas
por quinto día consecutivo.
Morales acusó a los dirigentes mineros de buscar beneficios personales
pues pretenden una renta de jubilación calculada en base a los altos
salarios que perciben hoy.
El anuncio del presidente sorprendió a los dirigentes de la Central
Obrera Boliviana, quienes esta tarde preparaban una respuesta en una
reunión nacional de sindicatos que definirán lo que harán para conseguir
cambios en la ley de pensiones que está en vigor desde el 10 de
diciembre de 2010.
La COB demanda una renta de jubilación equivalente al 100 por ciento del
promedio salarial de sus últimos 12 meses de trabajo, similar a la que
perciben los militares, no por decisión del actual gobierno sino porque
así lo dispusieron las administraciones neoliberales de los años 90.
Morales se mostró "muy preocupado" por la situación, especialmente en la
minera estatal Huanuni, que según el gobierno entrará en quiebra
absoluta a final de mes tras dejar de ingresar dos millones de dólares
sólo en esta semana de huelga.
"Me desmoraliza seguir nacionalizando nuevas empresas mineras para que
después los trabajadores las lleven a la quiebra o acaben destrozando
puentes", lamentó el mandatario en referencia a los sucesos de violencia
de esta semana.
"Son radicales pero no quieren parecer oficialistas. ¿Entonces qué
son... golpistas, neoliberales...?", cuestionó Morales, según el diario
Los Tiempos.
El jueves a la noche el diálogo entre dirigentes de la COB y varios
ministros giró alrededor de la liberación de los tres policías
secuestrados en la mina Huanuni para ser canjeados por 23 mineros
detenidos, que ya están bajo acusaciones ante la Fiscalía de Oruro, por
lo que el gobierno dijo que no está en su potestad interferir con la
justicia.
Tras el rumor de que los 23 mineros detenidos de Huanuni iban a ser
llevados a La Paz, ayer se desató un violento enfrentamiento entre los
trabajadores y la policía en demanda de la liberación de sus compañeros.
La refriega se prolongó algo más de una hora en la zona central de esa
localidad orureña, informó la agencia DPA.
Horas antes, el secretario general del sindicato de Huanuni, Ronald
Colque, afirmó que la marcha de cerca de 5.000 mineros que se
encontraban en Caihuasi se trasladó a la plaza 10 de Febrero para pedir
que se libere a los arrestados. Con el mismo fin, otro grupo se declaró
en ayuno voluntario.
Además, entre el martes y el miércoles pasados, cuando las protestas se
hicieron más violentas, las autoridades incautaron grandes cantidades de
dinamita y otros explosivos.
Obreros fabriles, maestros rurales y mineros, entre otros sectores,
empezaron el lunes una serie de movilizaciones para cumplir el paro
indefinido, además de varios bloqueos de rutas.
La Policía desbloqueó ayer rutas en Santa Cruz y Oruro, mientras que en
Potosí hoy se mantenían cerrados los ingresos al departamento, en una
jornada en la que los sindicatos de la COB trataron de trasladar sus
protestas a las ciudades.
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