El viernes fue una jornada de testimonios impactantes. Declararon personas que sufrieron violencia sexual en el ex Arsenales. Relataron de sus secuestros, las torturas padecidas. Unos de ellos dijo que conoció lo que significa "la pérdida de la dignidad".
A todos los testigos que declararon el viernes se le aplicó el protocolo de tratamiento a testigos víctimas de delitos sexuales. Es decir no se dieron a conocer sus nombres.
La jornada se inició con un planteo de nulidad realizado por los abogados defensores contra los fiscales ad doc Patricio Rovira y Pablo Camuña, presentación que fue analizada por el tribunal durante la mañana.
Tras analizar el pedido de nulidad, los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Juan Carlos Reynaga, integrantes del Tribunal Oral Federal, rechazaron la presentación y ordenaron la continuidad de las audiencias.
En esta ocasión decidieron utilizar el protocolo de protección para testigos que fueron víctimas de ataques sexuales y cuyas identidades se mantienen en reserva.
La primera testigo fue NC, quien afirmó que fue "secuestrada, torturada y mancillada", y contó que le decían "La Gringa", nombre de guerra que le pusieron los represores cuando ingresó al centro clandestino de detención.
En impactante testimonio aseguró que cuando salió de una sesión de tortura pudo hablar con Santiago Díaz, Lucho Falú, a integrantes de la familia Rondoletto y a alguien que identificó como "Trini".
Sostuvo que le aplicaron torturas con picanas en todo el cuerpo, incluso en su vientre, estando embarazada.
Entre sus torturadores reconoció a Moreno y a uno que le decían "Cachito". Además dijo que vio a Alfredo González, por debajo de la venda que le tapaba los ojos.
También contó que vio a Juan Carlos Pastori, a José Díaz Saravia (estaba destruido) y a su esposa Tere.
Señaló al escribano Benedicto como uno de los entregadores. “Trabajaba en el Servicio de Inteligencia”, sostuvo.
NC mencionó que después de que la pusieron en libertad, fue vigilada. “Hasta el día de hoy me persiguen y hostigan”.
Antes de finalizar el testimonio el defensor Benedicto pidió que a López Guerrero se lo incorpore como testigo. El Tribunal aclaró que es imputado.
Luego llegó el turno de CM. Describió la noche de su secuestro. Fue llevada por ruta y luego por camino de tierra. La llevaron a un pabellón. Esa noche pudo hablar con Julio Campopiano. Al día siguiente empezaron los interrogatorios.
Allí le preguntaron por Ricardo Torres Correa, por Adriana Mitrovich, entre otros. Dijo, además, que vio a una niña de 16 años, era analfabeta, le decían "la piojosa" quien había visto cómo mataron a sus padres, creía que 2 de sus hermanos estaban secuestrados.
CM recordó a Julio Campopiano como un poeta inteligente y muy buena persona. Tenía entre 17 y 18 años.
La testigo indicó que uno de los más crueles torturadores era "el Indio". La testigo anterior dijo lo mismo.
CM aclaró que no denunció haber sido torturada porque no pensó que los golpes eran torturas. "Me dieron a elegir submarino o violación"
Cuando la liberaron le sacaron la venda, vio a una mujer vestida de celeste, la dejaron junto a un árbol, sola. Se acercó un hombre y la llevó a una comisaría.
Le hicieron firmar una declaración a punta de pistola y la llevaron al penal de Villa Urquiza.
Allí vio a Hidalgo, le dijo que el objetivo de que estén presas era para que se vuelvan locas o se mueran.
A su vez mencionó que Zimmerman le dijo que "en este país no estaba prohibido decir o hacer sino también pensar" y que “era peligrosa por ser de Filosofía y Letras”.
La testigo aseguró que en democracia fue perseguida y presionada a ratificar la declaración tomada bajo tortura. También recibió presiones para retirar las declaraciones hechas ante la Bicameral y la CoNaDep.
"Es muy duro después de 37 años que los testigos sigan esperando 9 horas para declarar", finalizó.
Posteriormente declaró un hombre que sufrió violencia sexual. Hizo el Servicio Militar en 1976.
Contó que lo llevaron en el baúl de un auto junto a otro hombre mayor, luego subieron a unas chicas en los asientos. Lo trasladaron a la Escuela de Educación Física. Allí habló con un chico que dijo ser de San Pablo. Luego fue trasladado al Arsenal Miguel de Azcuénaga. "No puedo describir con palabras el trato en ese campo de concentración".
Y agregó, allí comprendí "lo que es perder la dignidad humana".
El testigo dijo que a los guardias los rotaban para que no se 'familiaricen' con los detenidos. "Algunos llegaron a tenernos compasión". MM recordó que había una chica embarazada que le decían 'La gorda' o 'La turca'.
También expresó que "tendría que haberse realizado, aunque sea un juicio sumario y si los fusilaban, entregar el cuerpo a los familiares".
Explicó, a su vez, por qué no hizo denuncias durante el gobierno democrático de Alfonsín. "Incluso en ese momento las Fuerzas Armadas tenían tanto poder como cuando me llevaron a mi".
Las audiencias continuarán el jueves.
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