El ex jugador de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, quien ante GEPU de San Luis pasó la marca de los sesenta puntos, récord en la Liga Nacional , reconoce que pensó que fue el mejor partido de su carrera.
Andrew Moten, el norteamericano que vistió la camiseta del “Verde” de la Patagonia, entre otros, uno de los equipos más años en la competencia más importante de Argentina, recuerda su proeza de haber anotado el récord de puntos de la LNB, una competencia que el reconoce como muy “especial” en su vida.
El almanaque marcaba el 2 de mayo de 1993 y en el estadio Socios Fundadores, donde Gimnasia es local, y los comodorenses llegaban con ventaja por 2 a 1 en las semifinales de la Liga y podían cerrar la llave para disputar su primera final, de la mano de un equipo de figuras y al mando de León Najnudel.
Sebastián Uranga o el mismísimo Mark Landsberger -bicampeón NBA con Los Angeles Lakers-, engalanaban el quinteto sureño. Del otro lado, el GEPU de San Luis con Gabriel “El Lobito” Fernández, Esteban “El Gallo” Pérez, y Juan Espil figuras históricos de este deporte para los “puntanos”.
La serie estaba 2 a 1 para los patagónicos y esa noche en el Socios Fundadores se podía cerrar la serie.
“Nunca más logré una anotación parecida, fue el mejor partido de mi carrera”, reconoce el foráneo, quien remarcó que “tras la derrota estaba muy triste y desilusionado porque se perdió la gran chance de ir a la final”.
"Pensé que en estos años ya lo habían superado”, sostuvo Moten, quien hoy es entrenador principal de los West Gadsden Panthers, equipo con el que se ubica está tercero en ranking colegial de Florida.
“Hice todo lo posible para que Gimnasia ganara, yo sólo quería llevar a mi equipo a las finales”, agregó.
Para la planilla, el Socios Fundadores y la Liga Nacional quedará la marca del norteamericano, que había pasado por River, y que esa noche sus números fueron 63 puntos, con 52 en la segunda parte del partido.
Las estadísticas fueron: 5-14 en triples, 12-17 en dobles y 24-25 en libres, con dos rebotes, recuperó tres pelotas y dio una tapa, en cuarenta minutos.
“Tras la derrota estaba muy triste y desilusionado porque habíamos perdido una gran chance de ir a la final”, manifestó, como si el tiempo no hubiera pasado.
En ese duelo, los puntanos se llevaron el partido y luego el pase a la final de la temporada 1993/93 por 113 a 109. Y además de los puntos de Moten, en el visitante fueron figuras Espil y Pérez, con 34 y 35 puntos respectivamente, para el equipo que luego sería el campeón.
Hoy como entrenador, Moten reconoce que en su tarea de formador al mando de los Panthers, desde agosto del 2010, recuerda a Najnudel y sus enseñanzas
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