La presidenta brasileña Dilma Rousseff encabezó los festejos por la reapertura del estadio Maracaná, que fue remodelado para la Copa de 2014, y durante los cuales el astro Ronaldo marcó un gol en partido de exhibición con la participación de grandes estrellas del pasado.
Rousseff saludó a los jugadores y asistió al show de luces que colorearon las tribunas y la nueva cobertura construida en el estadio cuya remodelación aún no está concluida y donde se disputará la final de la Copa de las Confederaciones en junio de este año.
El equipo de veteranos liderado por el bicampeón del mundo
Ronaldo, máximo goleador de las copas, derrotó 8 a 5 al elenco
encabezado por el delantero Bebeto, una de las figuras del
seleccionado que conquistó la copa de 1994 en Estados Unidos.
El legendario Maracaná estuvo 2 años y 8 meses inhabilitado
para amoldarse a las exigencias establecidas por la FIFA y se
estima que el costo de esas obras rondará los 500 millones de
dólares y será administrado por la iniciativa privada.
La ceremonia del sábado por la noche no fue abierta al
público y sólo participaron políticos, dirigentes deportivos y
miles de convidados entre los que se contaban los operarios que
trabajaron en la refacción de la arena que ahora contará con un
centro comercial en sus adyacencias.
Un grupo de manifestantes, integrado por estudiantes y representantes de comunidades indígenas, repudió la "privatización" del estadio durante una protesta frente al complejo que estuvo protegido por un fuerte cerco de seguridad, ya que el viernes hubo violentos enfrentamientos entre activistas y policías.
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