Los dos principales candidatos presidenciales para las elecciones del próximo domingo en Paraguay, Efraín Alegre, del gobernante Partido Liberal, y Horacio Cartes, del Partido Colorado, aprovecharon la campaña electoral para desempolvar el "lado oscuro" de uno y otro, con acusaciones que incluyen corrupción y narcotráfico.
Ambos encabezan con comodidad todas las encuestas, dejando atrás a otros nueve candidatos presidenciales.
Alegre, un abogado y político de 50 años, fue ministro de
Obras Públicas durante el gobierno de Fernando Lugo, quien lo
destituyó del cargo antes de que a su vez el ex presidente fuese
removido a través de un juicio político por el Congreso en junio
de 2012.
Sus sucesores en el Ministerio de Obras Públicas le acusaron
de un faltante de unos 25 millones de dólares, imputación que
Alegre calificó de "persecución" tras la ruptura de la alianza
con los liberales que llevó a Lugo al gobierno en 2008.
Actualmente se vienen difundiendo "evidencias" que atribuyen
a Alegre haber financiado sus viajes proselitistas con dinero de
la unidad gubernamental paraguaya que administra -junto con
Argentina - la represa binacional de Yacyretá.
A Alegre sus adversarios políticos pretenden endilgarle
también presuntos escándalos de corrupción del actual gobierno
liberal, uno de los cuales se refiere a la compra de una
propiedad perteneciente a dirigentes allegados al ex general
Lino Oviedo -fallecido en un accidente de aviación - por valor
cercano a 12 millones de dólares, un monto supuestamente
sobrevaluado.
Llamativamente, al mismo tiempo de esta compra de tierras por
el gobierno del presidente Federico Franco, se anunció la
alianza del partido UNACE, de los oviedistas con los liberales,
para apoyar a Alegre.
Las aristas oscuras de dicha transacción y la lluvia de
críticas que recibió motivaron que el presidente Franco ordenara
una investigación judicial de la operación.
Cartes, acaudalado empresario, a su vez no se libró de todo
tipo de acusaciones, relacionadas sobre todo con su pasado, que
incluye un ingreso a la cárcel tras unos famosos negociados con
divisas preferenciales ocurridos en la década de los 80, todavía
en la época de la dictadura del fallecido general Alfredo
Stroessner.
En uno de sus discursos proselitistas, Alegre afirmó días
atrás que Cartes, "encima de que es narco (narcofraficante), es
llorón", porque advertía de la posibilidad de un fraude
electoral orquestado desde el gobierno.
Varias publicaciones de la prensa local han mencionado que el
candidato colorado realizó negocios con un conocido hombre de
frontera de origen brasileño, Fahd Jamil, afincado en la ciudad
paraguaya fronteriza de Pedro Juan Caballero, y en su momento
considerado como uno de los principales capomafiosos de la zona.
Otro caso ventilado profusamente por los opositores a Cartes
se refiere a la incautación en el 2000 de una aeronave que
transportaba marihuana y cocaína, que según las primeras
publicaciones se encontraban en una propiedad del actual
candidato colorado.
La policía, sin embargo, aclaró posteriormente que la
aeronave se encontraba a algunos metros fuera de la mencionada
propiedad, y Cartes niega toda vinculación con estas
operaciones.
Actualmente, el diario ABC Color, el principal del país,
viene publicando una serie de artículos sobre la creación en
1995 del banco "offshore" Amambay Trust Bank en el paraíso
fiscal de Islas Cook, con varios directivos del Banco Amambay,
perteneciente a Cartes.
Según la publicación, la apertura del citado banco "offshore"
eludió algunas regulaciones legales paraguayas y que ofrecía
servicios no autorizados por el Banco Central del Paraguay.
Cartes y sus familiares afectados por las publicaciones, sin
embargo, aseguran que todas sus operaciones se encuadraron
dentro de la legalidad.
El analista político Bernardino Cano Radill dijo a ANSA sobre
estas acusaciones que "estamos viendo una campaña electoral
agresiva", lo que atribuyó a "una democracia de baja calidad"
existente en el Paraguay.
Pero, Cano Radill aseguró que "nada de eso invalidad la
legalidad y transparencia" del actual proceso electoral.
"Es de desear que el 21 de abril tengamos una jornada electoral tranquila y que luego siga un proceso institucional estable en el país", opinó.
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