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AMPLIARHoy inspección ocular a la ex Jefatura

Los obligaban a cavar sus tumbas

Así lo expresó el testigo Valentín Mario González en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II. Relató que a él y a otros detenidos lo obligaron a cavar fosas donde luego se arrojaban cadáveres y se los quemaba. Hoy inspección ocular a la ex Jefatura.

Una nueva jornada en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II se realizó ayer.

Uno de los testimonios más impactantes fue el de Valentín Mario González, quien fue vicepresidente de FEIA, delegado de FOTIA y otras representaciones gremiales en el Ingenio Ñuñorco. Comenzó la actividad gremial, a los 21 años, cuando salió del ejército.

Fue secuestrado a pedido del directorio del Ingenio Ñuñorco ya que junto a un grupo de cañeros, empleados trabajaban contra la corrupción del ingenio.

"Me ponían cables en los dedos y en los genitales y me pasaban corriente", precisó. 

   El testigo relató que a él y a otros detenidos lo obligaron a cavar fosas donde luego se arrojaban cadáveres y se los quemaba. 

"`Ahí vas a ir vos`, me dijeron", señaló ante los jueces del Tribunal Oral Federal que integran los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga. 

"Me dijeron: (Antonio Domingo) Bussi les da el primer tiro, después se los arroja, se les echa aceite, se los quema un poco y se los tapa", añadió. 

Según lo expresado por González, cuando lo liberaron, lo dejaron atado y le advirtieron que no debía moverse durante una hora, o lo fusilarían. 

El 11 de noviembre de 1977. Lo llevaron al Arsenal. Se dio cuenta de que estaba allí porque dos días antes había estado en el club de tiro estaba cerca. Tiene una conversación con alguien que le dice que estaba en el Arsenal.

González dijo haber escuchado la voz de Bussi en el Arsenal. Vio, también, a un señor de apellido Cruz que era monterizo.

Luego de este impactante testimonio llegó el turno de Berta Luisa Moya, quien estaba en la puerta del Sanatorio Rivadavia de donde secuestraron a Luisa Ibáñez, de 29 años, trabajaba como secretaria en ese sanatorio y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. El 27 de mayo del 77, a la 22, después de salir de su trabajo y mientras caminaba con otras personas por Muñecas y Santiago del Estero, fue detenida por un grupo de tres personas armadas, vestidas de civil, que circulaban en un Ford Falcon anaranjado sin patente. Fue obligada a subir al vehículo y la trasladaron al CCD Jefatura de Policía. Allí prestó declaración bajo tortura. Fue vista en julio de 1977, en el CCD Jefatura de Policía. Hasta el día de hoy, Luisa Ana Ibáñez continúa desaparecida.

También declaró Blanca Martínez, fue militante en el FAUDI, del PCR, era dirigente estudiantil. Entró en el 68 a la facultad. La detuvieron en el año 72 por haber repudiado la Masacre de Trelew siendo presidenta del centro de estudiantes. El 20 de marzo de 1975 presenció la detención de Norma Nassif, en la calle Lavalle, cerca del Hospital Padilla. Berta volvía de rendir una materia de la facultad de Medicina. Contó que un auto paró en mitad de la calle, bajaron uniformados con armas largas, pidieron documentación a unas 25 personas. Se llevan a Norma Nassif.

Allanaron dos veces su casa, deteniendo a su madre y a su hermano en una oportunidad. No podía entrar a la facultad de Arquitectura porque la buscaban.

Una vez la fueron a buscar a casa de sus padres y logró escapar saltando tapias de los vecinos. Estuvo clandestina durante varios días.

Hoy se realizará una inspección a la ex Jefatura de Policía, ubicada en Junín y Santa Fe, a las 10.