El Papa Francisco se dirigió ayer por primera vez en español a los creyentes, durante una audiencia general en la Plaza de San Pedro, donde saludó a una delegaciòn del Club Atlético San Lorenzo, del que el Pontífice es hincha.
"Saludo al grupo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires", dijo Francisco en español ante los miles de asistentes.
"Esto es muy importante", agregó con una sonrisa simpática.
El papa Francisco prefiere hablar sólo en italiano a los fieles de todo el mundo en las ceremonias públicas y evita usar otras lenguas como era habitual en esas ocasiones con los dos últimos pontífices.
Por ello el saludo en español fue interpretado como un gesto especial y de cariño para el club de fútbol del que es hincha desde niño, fundado en 1908 y considerado uno de los "cinco grandes" de Argentina.
"Papa Francisco", podía leerse en la casaca de los dirigentes, que llevaba una imagen con el rostro del papa en su parte delantera y que fue utilizada por los jugadores por única vez en su visita a Colón de Santa Fe.
Antes de las palabras del Santo Padre, se anunció por los parlantes que desde Argentina había peregrinos del club de Boedo, con sus banderas.
El Papa advirtió que ser cristiano no se reduce a cumplir los mandamientos, sino que "se trata de pensar, actuar, amar como Cristo, dejando que tome posesión de la existencia para que la cambie, la transforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado".
"Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos. Esta relación de hijos con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad", sostuvo el Papa.
El Pontífice subrayó la importancia de "mostrar a Cristo Resucitado" con el "anuncio de la palabra pero, sobre todo, con la vida, a las personas que cuestionan el motivo para la esperanza, al tiempo que ha solicitado que se muestra la alegría por ser hijos de Dios, la libertad que dona el vivir en Cristo, que es la verdadera libertad".
Además, Francisco manifestó durante la audiencia general en la plaza de San Pedro su solidaridad a las víctimas del fuerte sismo que azotó al sur de Irán.
"Oremos todos por nuestros hermanos de Irán", dijo el Papa tras manifestar su "cercanía" a las poblaciones afectadas por la calamidad.
Un fuerte sismo de magnitud 6,1 golpeó el martes una zona rural del sur de Irán, a menos de 100 km de la ciudad de Bushehr donde se halla la única central nuclear iraní, que no resultó dañada, causando al menos 37 muertos y 800 heridos, según un balance provisional que podría incrementarse.
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