07/04/2013 - Tecnología
La Luna se convierte en una mina de oro
El satélite natural de la Tierra siempre ejerció fascinación en el género humano, pero desde que el hombre puso pie en la Luna, quedó un poco abandonada. Ahora vuelve a atraernos ante la perspectiva de sus riquezas minerales.
Hace mucho que la exploración espacial se ha centrado en alcanzar
destinos muy lejanos, pero ahora hay una carrera para explotar nuevas
fronteras con la extracción de sus minerales.
La primera caminata de Neil Armstrong sobre la Luna en 1969, fue
parte de una estrategia para vencer a los soviéticos en la carrera
espacial, una victoria de la imaginación e innovación, no un intento de
extraer metales preciosos.
Nadie sabía si había agua en ese polvoriento cuerpo celestial. Qué diferencia hace una generación...
Misteriosa y bella, la Luna ha sido una fuente
de admiración e inspiración para la humanidad durante milenios. Ahora es
el centro de una carrera espacial para extraer minerales para impulsar
nuestro futuro: teléfonos inteligentes, paneles solares y posiblemente
incluso una colonia de terrícolas.
"Sabemos que hay agua en la Luna, lo cual cambia
el juego para el Sistema Solar. El agua es combustible para cohetes.
También para la vida y la agricultura. De manera que explorar la Luna
comercialmente es un primer paso para hacerla parte de lo que la
humanidad considera nuestro mundo", dice Bob Richards, director
ejecutivo de Moon Express, una de las 25 compañías aspirantes a ganar
los US$30 millones que ofrece el premio Lunar X de Google.
La compañía californiana está entre las tres
primeras en la carrera. Las otras son Astrobiotic, de Pittsburgh, y Moon
Team, de Barcelona.
Bob Richards espera con ansias el día en que la Luna albergue una colonia de robots mineros.
El primer premio de Google, de US$20 millones,
será otorgado a la primera empresa privada que ponga un robot en la
Luna, que explore con éxito la superficie trasladándose al menos 500
metros y envíe video de alta definición a la Tierra.
El segundo premio, de US$5 millones, es para la
segunda empresa que complete la misma misión, con premios adicionales
para los equipos que viajen más de 5 kilómetros o encuentren agua. El
plazo es 2015.
Pero US$30 millones es un monto relativamente
pequeño para financiar una misión lunar. Las compañías que compiten
tienen modelos de negocio mucho más allá del premio Google, siendo el
premio real el potencial tesoro escondido de minerales valiosos.
¿Tiene dueño la Luna?
"Lo más importante sobre la Luna probablemente
es lo que ni siquiera hemos descubierto", afirma Richards. "Pero lo que
sabemos es que podría haber más metales del grupo del platino en la
superficie de la Luna que en todas las reservas de la Tierra".
¿Pero puede alguien ser propietario de la Luna, y qué pasa si múltiples compañías y países logran llegar allá?
¿Qué puede haber en la Luna?
- Los llamados minerales de
tierras raras, que se usan en una gama de tecnologías. En la actualidad,
se refinan casi exclusivamente en China.
- Agua congelada en los oscuros
recovecos de los cráteres polares, que según la NASA se puede dividir en
hidrógeno para combustible para cohetes y oxígeno para respirar.
- Helio-3 (He-3), que
aparentemente existe en abundancia en la Luna. Algunos creen que el He-3
podría ser una fuente de energía en el futuro.
- Valiosos depósito de titanio.
Según el tratado del espacio exterior de 1967
ninguna nación puede adueñarse de la Luna, y la mayoría de la gente cree
que eso se extiende a individuos y compañías. Pero los aspirantes a
mineros lunares pueden tener algo así como derechos de propiedad. Y hay
una ventaja en llegar primero y reivindicar derechos.
"El tratado no permite apropiación, pero se
estimula la explotación de libre acceso", señala el abogado espacial
James Dunstan. "No puedes ser dueño, aunque puedes usarla, ¿pero cómo
llegamos a un equilibrio?".
China tiene planes para enviar una sonda a la
Luna este año y astronautas en 2020. Como los planes lunares de China
son más ambiciosos que la mayoría, algunos temen que podría obtener
demasiado control.
Dunstan no cree que China se burle del derecho internacional para dominar el espacio.
"Las sanciones comerciales serían muy duras si un país o corporación se apropiara de bienes ajenos".
Si Moon Express y otros aciertan, es concebible
que en el futuro la superficie lunar albergue una colonia de robots
mineros y astronautas que la usarían como base para una mayor
exploración del sistema solar.
Richards cree que los humanos descubrirán formas de vivir permanentemente en la Luna.
"Nos estamos convirtiendo en una especie
multimundo. Las primeras huellas de seres humanos en Marte llegarán en
nuestra era, en los próximos 10 a 20 años", agrega.
"Las personas serán transformadas. Se fusionarán
con sus tecnologías. Y lo que llamamos humano se redefinirá conforme
buscamos reprogramar nuestros cuerpos para vivir más y encontramos
máquinas capaces de trabajar simbióticamente con nosotros para curar
enfermedades".
"Así que lo que hoy consideramos humano continuará evolucionando".
Un espacio sin contaminación
Moon Express, cuyas oficinas quedan en el centro de investigación Ames de la NASA, es financiada por el empresario Naveen Jain.
Jain dice que la locación es clave, porque queda
en el Valle del Silicio, que él cree se convertirá en hogar de los
pioneros espaciales.
"Nosotros somos esos locos que pensamos que cada
idea es una locura, hasta que la concretamos y entonces la gente dice
'por supuesto'", puntualiza.
Entonces, si algún día viviremos en la Luna, ¿No
debería preocuparnos contaminarla? ¿Los ejércitos de robots no
arruinarán nuestro futuro inmobiliario?
Margarita Marinova, científica planetaria de la
NASA, cree que no cometeremos los mismos errores en el espacio que los
que hicimos en la Tierra y que el hombre no se puede dar el lujo de
explorar el espacio sin aprovechar los recursos locales para sobrevivir.
"Para mí es duro, porque veo estos planetas tan
hermosos y prístinos como ya no lo es la Tierra, así que la idea de la
minería es un poco difícil", admite.
Los recursos potenciales de la Luna son vastos.
M. Darby Dyar, profesor de astronomía en Mount Holyoke College,
Massachusetts, dice que las reservas de hielo en las regiones polares de
la Luna probablemente vienen de cometas que chocaron con la Luna en los
últimos 4.000 millones de años, y que los futuros mineros lunares
podrían hacerse ricos con metales preciosos en antiguas rocas lunares.
Pero incluso si ninguna compañía cumple el plazo
de 2015 para ganar el premio Google, Dyar afirma que éste ya ha
producido frutos.
"Viví la emoción de la era de Apollo, mi padre
ayudó a diseñar propulsores en los módulos de alunizaje, y aquellos
sentimientos recordados de patriotismo y asombro sobre el universo me
llevaron a la ciencia lunar en primer lugar".
"Cuando le doy a una niña un meteorito y le digo
que tiene 4.000 millones de años, todo su marco de referencia cambia, y
eso es lo que debería hacer la ciencia. No todos desean ser
científicos, pero a todos les emociona aprender a respetar y entender
sus avances.
"Competencias como ésta llevan la ciencia a los ojos del público. ¿Dónde mejor que en la Luna, que parece quedarnos tan cerca?".