La Cámara de Senadores de Uruguay aprobó ayer con votos de legisladores de todos los partidos políticos, un proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario, que volverá ahora al recinto de Diputados para ratificar las modificaciones que se introdujeron al texto.
La iniciativa fue sancionada por 23 votos a favor y ocho en contra, con el respaldo de los senadores del Frente Amplio, coalición de izquierdas en el gobierno y por los opositores Jorge Larrañaga y Luis Alberto Heber (Partido Nacional) y Ope Pasquet, José Amorín, Tabaré Viera y Ruben Rodríguez (Partido Colorado).
El senador del Frente Amplio, Rafael Michelini, dijo durante
la discusión que el matrimonio igualitario es "una modificación
profunda" para la sociedad y quizás en algunos años se pueda
comparar a cambios como la abolición de la esclavitud o la ley
laboral de ocho horas.
Pasquet señaló a ANSA que el proyecto "contribuirá a generar
el respeto que merecen las personas de orientación homosexual
como cualquier persona" y agregó que "es notorio que
históricamente ese colectivo ha sufrido discriminaciones de todo
tipo que han causado mucho sufrimiento".
"Frente a esto, en todas partes del mundo, principalmente en
el mundo occidental del que formamos parte, hay una reacción que
se está viendo en el sentido de respetar los derechos civiles de
los homosexuales", agregó.
Pasquet afirmó durante la discusión en sala que "la sumisión
terminó" y ya los homosexuales no aceptan vivir en la
clandestinidad", lo que originó aplausos del público que colmó
las barras del Palacio Legislativo.
"Con este proyecto empezamos a fundar otro modelo de
sociedad, en la que queremos vivir todos de forma más
igualitaria y menos discriminatoria", dijo a ANSA Michelle
Suárez, abogada redactora de la iniciativa y activista del
colectivo "Ovejas Negras".
Suárez consideró que el texto aprobado "implica una
democratización de derechos y una ampliación de los mismos a
colectivos que no estaban incluidos".
La activista afirmó que con este ley se apunta a "una mejora
en la calidad de vida de todos, de los involucrados y los que no
lo están".
Suárez estimó que el avance en este tema "va a significar un
cambio en los paradigmas y en una mayor apertura y conocimiento"
en lo que hace a los derechos de los homosexuales.
Uno de los aspectos básicos del proyecto es que quita toda
connotación y referencias a los sexos en los artículos del
Código Civil que se refieren al matrimonio.
De esta forma, del léxico legal se eliminan los términos como
"esposos" o "novios" y los transforma en "cónyuges" y
"contrayentes".
Además, se acortan los procesos del divorcio a 120 días, y el
mismo puede llevarse adelante por la sola voluntad de cualquiera
de las partes.
Desde 1912 existe en Uruguay el divorcio por la sola voluntad
de la mujer, aunque una vez sancionado definitivamente el
proyecto en Diputados, alcanzará la petición de una de las
partes para la disolución del vínculo.
Por otra parte, para los hijos de un matrimonio, sea éste heterosexual u homosexual, se podrá optar por darles como primer apellido el de cualquiera de los cónyuges, de común acuerdo entre ellos.
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