Afecto al diálogo, articulador de consenso, buen administrador: así describen sus amigos al brasileño Odilo Scherer, un conservador moderado de 63 años, de origen alemán, que dirige la mayor arquidiócesis del país con más católicos del mundo y con buenas chances de suceder a Benedicto XVI, el papa que renunció.
"Diría que Scherer es la mejor apuesta", sostuvo el estadounidense John Allen Jr, un respetado experto en cuestiones vaticanas, autor de varios libros sobre la Iglesia católica.
"Tiene una buena reputación y es admirado" en Roma, dijo Allen recientemente al diario "O Globo".
El padre Jose Antonio Trasferetti, profesor de teología moral en la Universidad Católica de Campinas, en el estado de Sao Paulo, lo conoce bien, porque fueron colegas en Roma, donde hicieron juntos sus estudios doctorales de teología.
Scherer "tiene todas las cualidades para ser un buen Papa", dijo a la AFP Trasferetti, quien lo describió como un "conservador moderado" en asuntos de doctrina y en temas sociales.
"Tiene la cabeza abierta, es un buen comunicador y un buen administrador. Es la persona correcta para abrir un diálogo entre las diversas fracciones de la Iglesia", afirmó Trasferetti.
Scherer, añadió, conoce bien los problemas de Sao Paulo, una enorme ciudad cosmopolita de 11 millones de habitantes, donde supervisa parroquias con altos niveles de pobreza, violencia, desempleo juvenil y falta de servicios básicos.
Posmoderno
En el sitio web de su arquidiócesis y en diarios, el arzobispo de Sao Paulo expone regularmente sus opiniones sobre grandes temas. También es muy activo en Twitter, y su cuenta @DomOdiloScherer tiene unos 20.000 seguidores.
En el pasado, Scherer ha criticado a la Teología de la Liberación por utilizar "el marxismo como herramienta de análisis", aunque ha apoyado la lucha contra la injusticia social y la pobreza que identificó a esa corriente nacida en América Latina y marginada por Joseph Ratzinger (el actual Benedicto XVI).
Y en los últimos años, el tradicionalista Scherer se vio confrontado al auge de las iglesias evangélicas en Brasil, en detrimento del catolicismo.
Los cristianos evangélicos, un 15% de la población en 2000 (26,2 millones de fieles), representaban un 22% en 2010 (42,3 millones), en tanto que la proporción de católicos caía de 73,6% a 63%.
Pero Scherer se niega a imitar las técnicas de comunicación de los evangélicos para la difusión de su mensaje.
"Los curas no son celebridades del espectáculo", dijo en 2007. "La misa no debe transformarse en un show".
A comienzos de febrero, el cardenal Scherer afirmó que la Iglesia católica ha enfrentado desafíos en su milenaria historia, pero que ahora necesita hacer frente al reto de la "posmodernidad".
El arzobispo definía ese concepto como "una cultura sin valores de referencia sólidos", con una subjetividad "que lleva al relativismo total".
También estimó que la nacionalidad y la edad no deben ser factores esenciales en la elección de un nuevo Papa.
Scherer nació el 21 de septiembre de 1949 en una familia de origen alemán de Cerro Largo, un pueblo de 13.000 habitantes en el estado de Rio Grande do Sul (sur de Brasil), en el corazón de las antiguas misiones jesuíticas guaraníes.
Ordenado sacerdote en 1976, obtuvo un doctorado en teología sagrada en Roma en 1991.
Integró la Congregación para Obispos en la Curia Romana de 1994 a 2001 y fue secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil desde 2003 a 2007.
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