El Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), al cual pertenece la presidenta Dilma Rousseff, afirmó que la muerte del mandatario venezolano Hugo Chávez, ocurrida el pasado martes, puede acarrear consecuencias geopolíticas en la región.
"La muerte del presidente Chávez es algo que se sentirá en la región y ella afecta la geopolítica de América Latina, donde el proceso de cambios y consolidación de la democracia aún no está completamente consolidado" advirtió el senador Walter Pinheiro, del PT.
Pinheiro es uno de los principales dirigentes del bloque de
senadores oficialistas y alertó sobre las implicancias en la
política interna de Venezuela que puede causar el fallecimiento
del líder bolivariano.
"Venezuela sufrió dos muertes, una física de un ciudadano que
presidió durante muchos años a ese país, y otra que es una
posible muerte institucional, pues el país puede enfrentar una
crisis institucional muy grave si hubieran choques electorales
fuertes que podrían perjudicar a Venezuela" sostuvo el
congresista.
Entre tanto la Cámara Alta realizó un minuto de silencio en la noche del martes a pedido del presidente de esa Casa, Renán Calheiros, quien recordó al mandatario venezolano como un "amigo de Brasil".
Dilma organiza frente antigolpista en Venezuela
La mandataria comenzó a articular, junto a otros mandatarios sudamericanos, un frente para garantizar la estabilidad institucional en Venezuela y disuadir a militares de eventuales intentos golpistas, consignó la prensa brasileña.
"Brasil va a tener un papel muy importante (en la transición)
la presidenta Dilma y la diplomacia de Brasil, que fueron los
grandes garantes del ingreso de Venezuela al Mercosur el año
pasado, ya iniciaron contactos con otros presidentes
sudamericanos para que todos defiendan la constitución", comentó ayer Kennedy Alencar, comentarista político de la cadena Globo.
"Militares chavistas van a ser presionados" para que respeten
el orden constitucional y los comicios "por parte de Dilma, de
Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa de Ecuador, José
Mujica de Uruguay y el propio presidente Juan Manuel Santos de
Colombia", señaló el periodista conocido por contar con fuentes
en el Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia.
El comentarista añadió que el "gobierno brasileño
mantendrá la neutralidad en las próximas elecciones venezolanas
pero tiene simpatía por permanencia de Nicolás Maduro, que se
inclina por el Mercosur, por su pragmatismo lulista, al revés
del opositor Henrique Capriles que va a estrechar relaciones con
Colombia y tendrá una reaproximación política con EEUU", apuntó
el columnista.
Meses atrás el asesor presidencial e influyente dirigente
petista Marco Aurelio García, dijo a políticos en Paris, que su
gobierno respaldaba a Nicolás Maduro como heredero político de
Chávez, cuya salud ya daba señales de agravamiento irreversible.
Al hablar ante organizaciones de trabajadores rurales en
Brasilia, el martes por la noche, Rousseff pidió un minuto de
silencio y expresó elogiosos conceptos sobre el líder
bolivariano.
Hugo Chávez "fue un gran latinoamericano; esta muerte debe llenarnos de tristeza a todos los latinoamericanos. El presidente Chávez fue sin duda un líder comprometido con su país y con el desarrollo de los pueblos de América latina", dijo Rousseff aunque reconoció haber tenido algunas divergencias con Caracas.
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