El escándalo de los alimentos mal rotulados parece no tener fin. También aparecieron productos sospechosos en República Checa.
Inglaterra, Italia, Alemania, Chipre, Rumania e Irlanda ahora son acompañados por España y República Checa en la lista de países vinculados, de una u otra forma, con el escándalo de la etiquetación “errónea” de distintos productos que son vendidos como elaborados con carne de vacuno cuando, en realidad, contienen carne de caballo.
Esta vez las empresas Nestlé e Ikea retiraron productos que vendían
en España, tras detectarse trazas de carne de caballo, según informó el
ministerio de Agricultura. En el caso de Nestlé se trata de seis
variantes, entre ellos canelones para microondas “La cocinera”. La
empresa anunció acciones contra su proveedor en España, Servocar, una
firma de la provincia de Toledo que aseguraba vender carne 100 por
ciento de vacuno.
"El error consecuente en el etiquetado hace que los productos
no cumplan con lo que los consumidores esperan de nosotros", señaló la
multinacional en un comunicado, en el que aseguró que no existe ningún
riesgo para la salud. Comer carne de caballo no entraña peligro alguno:
lo que se cuestiona es el engaño.
Las trazas de ADN de caballo superan el uno por ciento, el umbral que
determina la ley sobre el cual se considera adulteración del producto.
Albóndigas de Ikea
En el caso de Ikea, se trata de una reacción a unas pruebas realizadas
en República Checa, donde las autoridades encontraron indicios de carne
de caballo en un lote de albóndigas. Como medida de precaución, la firma
decidió quitarlas del mercado en trece países.
Todas las albóndigas de IKEA las fabrica en Suecia el proveedor Familjen
Dafgard, que indicó en su página de internet que está investigando la
situación y recibirá los resultados de más pruebas en los próximos días.
Las comprobaciones en ambos países se efectuaron en el marco de las
recomendaciones de la Comisión Europea ante el escándalo que estalló el
mes pasado, cuando se halló en Irlanda que productos etiquetados como
vacuno también tenían carne de equino. Todo esto ha afectado la
confianza que depositaban los consumidores en la industria alimentaria.
A eso se suma Alemania, donde empresas productoras de huevos “bio” no
cumplían con las condiciones mínimas para la elaboración de sus
productos. Es decir, vendían huevos orgánicos que no eran tales.
DZC (Reuters, dpa)
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff