El papado de Benedicto XVI mantuvo desde 2005 contactos con el gobierno de Estados Unidos para analizar situaciones que consideraba preocupantes en América Latina, como la asunción de gobiernos de izquierda y centroizquierda, revelan documentos diplomáticos norteamericanos difundidos por Wikileaks al diario brasileño O Estado de Sao Paulo.
En el foco de las preocupaciones en una región donde la Iglesia Católica concentra el 40% de sus fieles, están Cuba, el presidente venezolano Hugo Chávez y la situación tras el golpe de Estado de Honduras que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
Un cable diplomático menciona que el caso de Honduras fue
citado entre una reunión entre el presidente Barack Obama y el
canciller del Vaticano, Tarcisio Bertone, el 10 de julio de
2009.
Cinco días después diplomáticos estadounidense se reunieron
con el cardenal Francisco Forjan, que aclara que para el
Vaticano la caída de Zelaya no es un "golpe de Estado" y le
pedía a Washington explicar a su público que la crisis se
produjo "por acciones anticonstitucionales del gobierno".
El arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga, es
señalado, según el diario de Brasil, como el líder de diseminar
esa posición entre la diplomacia estadounidense.
En uno de los pocos cables con nombres de presidentes
latinoamericanos, aparece una advertencia de la curia mexicana
ante diplomáticos del Departamento de Estado norteamericano
-durante el gobierno de George W. Bush- en la embajada de la
Santa Sede sobre la situación latinoamericana.
El telegrama del 3 de abril de 2006, dice Wikileaks, indica
que la Iglesia Católica pidió al gobierno de Bush hijo acciones
en la región latinoamericana. Fue en una reunión en la embajada
norteamericana en el Vaticano con el cardenal mexicano Juan
Sandoval.
"Sandoval nos repitió lo que algunos de nuestros
interlocutores en el Vaticano están apuntando como
preocupaciones sobre líderes de la izquierda de América Latina
-Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner,
Michele Bachelet, y tal vez López Obrador en México. El llamó a
eso como tendencia peligrosa y nos preguntó si el presidente
Bush podía ayudar", escribió un diplomático estadounidense en el
cable del 3 de abril de 2006.
El presidente Bush, agrega el documento, ya habló del tema
con la Nunciatura Apostólica (la embajada vaticana) en
Washington.
Otro despacho diplomático estadounidense del 19 de agosto de
2009 revela que un viaje de cardenales y obispos estadounidenses
a Cuba en aquel año no fue apenas una visita episcopal. "La meta
era presionar al gobierno de La Habana en relación a los
prisioneros políticos, un pedido de Washington", dice O Estado
de Sao Paulo.
El telegrama resalta que los obispos contaron al detalle sus
reuniones con las autoridades cubanas. En especial fue citada
una reunión del obispo de Boston, Sean O Malley, con el
presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) cubano, Ricardo
Alarcón. "Apreciamos que la delegación de religiosos expuso los
problemas de los presos políticos", dice el telegrama.
Otro despacho del 15 de enero de 2010 muestra cómo Estados
Unidos veía el accionar del Vaticano frente a Cuba, con una
propuesta del sacerdote Nicolás Thevenin, asesor de Bertone.
Thevenin llegó una propuesta al gobierno estadounidense -ya
en la primera gestión Obama- para reducir el costo de las
llamadas telefónicas entre la isla comunista y Estados Unidos,
lo que "podría tener un impacto positivo en la promoción de
cambios políticos".
En relación a Venezuela, los estadounidenses indican que el
Vaticano los alertaba que se trataba de un "nuevo éxito de Fidel
Castro en América Latina, con la diferencia de que Caracas tiene
los recursos del petróleo", de acuerdo a un cable de Wikileaks.
El 1 de febrero de 2007 el entonces embajador estadounidense
en Caracas, William Brownfield, y el cardenal Jorge Savino se
reunieron en la Nunciatura Apostólica de la capital venezolana
para discutir si el viaje de ese año de Joseph Ratzinger a
Brasil podía servir para presionar a Chávez. "Chávez no lo
invitaría", dijo en la reunión el representante del Vaticano al
descartar una escala en Caracas del Papa.
El embajador cuenta en el telegrama enviado al Departamento de Estado, según lo revelado por Wikileaks, que Estados Unidos y el Vaticano llegaron a analizar la posibilidad de que el avión del Papa que viajaba de Roma a Sao Paulo, en mayo de 2007, podía aterrizar 45 minutos en Caracas para cargar combustible. En ese lapso, el Papa recibiría a obispos y haría una declaración. El plan, finalmente, no se ejecutó.
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