Que noche de sábado en La Ciudadela, terrible. Mucho calor, poco fútbol, estadio a un 80 por ciento de su capacidad ocupada, sin luces durante hora y media, San Martín que prometió fútbol y terminói ganando con garra. 2 a 1 final para la victoria sobre Juventud Antoniana de Salta.
Nico Roldán, Luciano González y Esteban Triverio los goles.
Carlos Roldán
saludó con una amplia sonrisa y se sentó lejos del lugar que ocupaba Ramacciotti.
Apareció el santo tucumano con una formación que insinuaba mayor poder ofensivo. No tardó en ponerse como dueño de todos los espacios y comenzó acercarse al arco del santo salteño. Sobre los 5 minutos de juego Nico Rpdán en el punto del penal bajó lña pelota con el pecho y sacó un remate que se medió en el arco de la visita . Lindo gol.
El juego y la lucha por la posesión de la pelota siguió igual , con una mayor entrega por jugar bien y dominar por parte de San Martín. Juventud Antoniana esperaba agazapado para aprovechar algún error del local, sabiendo que este tiene fallas y distracciones muy notables en sus estructuras defensivas. En ese sector será el mayor trabajo del “Negro”.
Corría 20 minutos de juego y dese la salida de un lateral la gente visitante se apoderó de la pelota y con algunos buenos toques se acercó al arco de Carrera, con gran jugada de Hugo Prieto, sin que ningún jugador del equipo tucumano frenara esa ofensiva y la pelota le llegó a Enrique Triverio para que este con su gol decretara el empate. Lindo gol también.
San Martín no pudo desnivelar y el primer tiempo finalizó igualado en 1 gol, con una ligera ventaja en el juego para el local.
El segundo tiempo , luego del largo parate por falta luz, fue muy distinto y San Martín terminó ganando como pudo, a los tumbos , con más corazón que juego. Pero ganó que es lo que querían todos los cirujas junto a Roldán. A los 32 minutos Luciano González cabeceó la pelota enviada por Molina y puso el 2 a 1 final. Fueron expulsados Gustavo Ibáñez y Pardino.
Un partido que “duró” unas 3 horas y 45 minutos. Es mucho para soportar sentado en una tribuna caliente , por la temperatura, y con la familia esperando que el hincha vuelva a la casa para salir a romper la noche sabatina. El público no se lo merece.
Daniel A. Villalba
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