La Comisión Europea consideró ayer "prematuro" hacer obligatoria la mención sobre el origen de la carne en las comidas elaboradas, frente al escándalo de la carne de caballo etiquetada como carne bovina en comidas congeladas.
"Es prematuro estudiar un etiquetado obligatorio de los productos transformados en lo que concierne a la carne", declaró Frédéric Vincent, portavoz del comisario europeo de Salud y Política de los Consumidores, Tonio Borg.
"Actualmente el problema al que estamos enfrentados (...) es un problema de fraude", subrayó, asegurando que "la trazabilidad funciona" para la carne fresca y para las comidas elaboradas.
Desde el escándalo de la 'vaca loca', la carne bovina fresca debe mencionar su origen. No es el caso para los productos elaborados con carne que tienen sólo la obligación de mencionar el tipo de carne utilizada.
Las autoridades británicas llevaron a cabo este martes registros en dos plantas cárnicas del Reino Unido sospechosas de haber utilizado carne de caballo presentada como bovina en kebabs y hamburguesas, anunció la agencia de seguridad alimentaria (FSA).
La FSA precisó en un comunicado que suspendió las operaciones en estas dos plantas, un matadero en West Yorkshire (norte de Inglaterra) y una fábrica de tratamiento en Gales, en las que requisó toda la carne y se incautó de documentos, incluidas listas de consumidores. Las autoridades británicas creen que el matadero inglés suministraba carcasas de caballo a la planta de tratamiento galesa.
"La agencia y la policía están examinando las circunstancias en las que productos cárnicos que aparentaban ser buey para kebabs y hamburguesas se vendían cuando eran en realidad caballo", precisó el comunicado.
"Ordené una auditoría de todos los mataderos que producen caballo en el Reino Unido después de que saliera a la luz este asunto el mes pasado y me sorprendió descubrir lo que parece ser un engaño evidente de los consumidores", declaró el director de operaciones de la FSA, Andrew Rhodes, citado en el comunicado. "He suspendido ambas plantas inmediatamente mientras continúa nuestra investigación", agregó.
Por su parte, el ministro de Medioambiente, Owen Paterson, consideró "absolutamente escandaloso" e inaceptable que empresas establecidas en el Reino Unido estén defraudando al consumidor haciendo pasar carne de caballo por buey. "Espero que toda la fuerza de la ley caiga sobre cualquiera que esté involucrado en este tipo de actividad", agregó.
Paterson admitió previamente en el Parlamento que en materia de verificación de carne se dependía "demasiado de la confianza", y coincidió en la necesidad de llevar a cabo más controles en respuesta a una portavoz que pedía análisis más rápidos y exhaustivos.
Francia se convirtió este martes en el segundo país europeo en el que se encuentra carne de caballo en lugar de carne bovina, en dos lotes de comida preparada de la marca Picard, anunció un portavoz de la firma.
De forma preventiva, los lotes fueron retirados de la venta el 6 de febrero.
Hasta ahora el único país afectado era el Reino Unido, donde se encontraron lasañas de la marca Findus hechas con carne de caballo, y no bovina, como anunciaba el envase. Con este caso ya son también dos las marcas afectadas.
La Comisión Europea consideró este martes "prematuro" hacer obligatoria la mención sobre el origen de la carne en las comidas elaboradas, frente al escándalo de la carne de caballo etiquetada como carne bovina en comidas congeladas.
En un comunicado, Picard precisó que retiró de la venta productos fabricados por la empresa francesa Comigel, que trabaja también para Findus.
La retirada concierne "dos productos, las lasañas boloñesas 'fórmula express' y el chile con carne", precisa la marca en su comunicado.
Ninguno de los otros 1.200 productos de la gama Picard están afectados por la medida, añadió el distribuidor, que dijo "esperar los resultados de la investigación, que permitirán precisar en qué nivel se sitúa el fraude".
Las conclusiones de la investigación, confiada en Francia a la Dirección general de la competencia, el consumo y la represión de fraudes (DGCCRF), se conocerán el miércoles o el jueves.
Mientras, en Suecia las autoridades sanitarias anunciaron este martes que reforzarán los controles de las comidas elaboradas que contengan carne practicando estudios de ADN. "Vamos a controlar en el mercado sueco diferentes productos que contengan carne para verificar su naturaleza", indicó a AFP el responsable de la Agencia de Alimentación, Peter Braadenmark.
Los productos concernidos son "antes que nada todos los que se venden en los supermercados, directamente a los consumidores: bolas de carne, hamburguesas, lasañas", afirmó. Pero los controles, efectuados al azar, podrían extenderse a los comedores escolares y hospitales.
El escándalo por la carne de caballo de comidas elaboradas etiquetadas como carne bovina obligó a que se retiraran de las estanterías suecas los platos congelados de seis marcas diferentes, todos producidos por la empresa francesa Comigel. Uno de los líderes suecos del sector, Martin & Servera, retiró de la distribución 2,5 toneladas de lasañas sospechosas de contener carne de caballo.
La filial sueca del grupo de comida congelada Findus indicó el domingo que estaba preparando acciones judiciales contra Comigel.
En Holanda, dos cadenas de supermercados retirarán productos congelados en el marco del caso de los platos con carne de caballo falsamente etiquetados como carne de 'vaca', informó una cadena holandesa este martes.
Los supermercados "PLUS retiraron lasañas congeladas de la marca Primafrost de los anaqueles, por precaución", indicó a AFP Debbie Huisman, portavoz de la cadena holandesa. Agregó que esos productos no representaban un peligro para la salud, pero que "quizás" contuvieran carne de caballo, sin que eso estuviera indicado en el paquete.
Otro supermercado, Boni, también retiró esos productos, indicó Roel Vincken, un portavoz del organismo de vigilancia de la alimentación y el consumo (NVWA) en Holanda.
La NVWA había abierto una investigación el lunes para saber si productos que contenían carne de caballo "equivocadamente" también eran comercializados en el mercado holandés. Además investiga sobre una eventual implicación de empresas holandesas, incluyendo a un distribuidor que pudo repartir la carne encontrada en las lasañas de marca Findus.
El escándalo estalló en Gran Bretaña cuando se descubrió que lasañas de ese gigante de la alimentación sueco, etiquetadas como si contuviesen carne vacuna, contenían carne de caballo. Estas lasañas habían sido fabricadas por un subcontratista francés, Comigel.
La carne en cuestión, de origen rumano, según las autoridades francesas, habría transitado por un corredor holandés, luego por uno chipriota, antes de llegar a un proveedor francés, Spanghero, y ser enviadas hacia el preparador, Comigel.
Por el momento, la investigación que se lleva a cabo en diversos países no ha permitido determinar en qué nación la carne de caballo fue transformada fraudulentamente en carne de vaca en el etiquetado. La carne de caballo es más barata que la carne vacuna.
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