Un cambio de identidad adolescente termina siendo un llamado a la tolerancia religiosa en el film argentino "Habi, la extranjera", de Maria Florencia Alvarez, presentado en la sección paralela oficial del 63o. Festival de Berlín, "Panorama Special".
Primer largometraje de una directora de 35 años, que se había distinguido con los cortos "Perro negro" y "Sobre la tierra", "Habi, la extranjera" cuenta la historia de una joven provinciana que de visita en Buenos Aires descubre la magia de los ritos islámicos y decide adoptar esta religión.
Lo que en un principio es el clásico deseo adolescente de cambiar de ambiente y personalidad se transformará en una convicción meditada y en la adopción de un estilo de vida, a partir del cambio de vestimenta.
"Habi" es uno de los raros films argentinos que afronta el problema de la convivencia de religiones y culturas en una ciudad cosmopolita como Buenos Aires, pero que suele esconder sus divergencias bajo una falsa apariencia de tolerancia.
La película, en cambio, es un llamado a aceptar la igualdad de las distintas culturas, ejemplificada con la naturalidad con la que la protagonista adopta vida y costumbres de la sociedad islámica.
"Este es un proyecto que llevó 4 ó 5 años realizar y tiene inicio cuando fui jurado en un concurso de PROA donde fue premiado el esbozo de guión presentado por María Florencia", declara la productora Lita Stantic en rueda de prensa.
"La sinopsis me encantó y como ya me habían gustado los dos cortos que había hecho antes decidí producirlo", agregó la productora, conocida por su persistente apoyo a las nuevas generaciones de cineastas argentinos, descubridora del talento de Lucrecia Martel.
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