Susana Trimarco, mamá de Marita Verón, recorrió el predio de Cosquín Rock 2013, donde se exhibe el spot televisivo que condena el delito de trata de personas -del que fue víctima su hija-, entre aplausos de la multitud, y afirmó que "la trata no tiene edad".
"Mi nieta Micaela, de 14 años, es chica, tiene fuerza y ama la música, la voy a acompañar en este mundo. Ella diseñó las remeras que dicen `Sin clientes, no hay trata`, y cuanto más jóvenes sepan qué es la trata, mejor. No quiero que vivan lo que vivimos nosotros", detalla en diálogo con Télam esta mujer con decir suave pero pleno de energía.
Los chicos que asisten para alentar a sus bandas la saludan, le sonríen y aplauden cada vez que aparecen las imágenes de Fito Páez y otros artistas sobre las pantallas festivaleras, gestos con aspiraciones de ritual que se repiten durante los tres días del festival que terminará esta noche con la presentación de Las Pastillas del Abuelo como fin de fiesta.
La invitación oficial de los organizadores del festival llegó a la sede de la Fundación María de los Angeles para reforzar la campaña y Trimarco aceptó agradecida para con los organizadores, a fin de subrayar el mensaje a nivel nacional, y con la provincia de Còrdoba, donde empezará a funcionar otro espacio de la Fundación.
Las chicanas, los aprietes y las más recientes amenazas telefónicas a su nieta, no detienen una lucha de años que pareció desmoronarse en diciembre pasado, cuando la justicia tucumana absolvió a los 13 imputados en el juicio por la desaparición de Marita Verón a manos de una red de trata de personas.
"Claro que apelamos la sentencia. Tengo el apoyo del gobernador de Tucumán, José Alperovich, y de todos los legisladores de la provincia. Hay que terminar con esto", anuncia indignada.
El pedido de juicio político al tribunal existe y al respecto Trimarco afirma que "estos tipos dejaron que se insultara a las chicas y que hubieran amenazas durante el proceso judicial. La trata de personas es un tema político".
El músico Germán Daffunchio, alma mater de Las Pelotas -banda encargada del cierre dominguero-, dedicó ayer -entre ovaciones de los presentes- el bello tema "Esperando el milagro" a Marita Verón, y "a los que ahora se dan cuenta de que tenemos `jueces de mierda`”. Durante la presentación de Catupecu Machu, las palabras de su líder, Fernando Ruiz Díaz, contra la trata también fueron vitoreadas, continuando con el trazado de una suerte de camino dentro de un género musical abierto al compromiso.
La música, un lenguaje que cura las heridas y abre los corazones a nuevas preguntas, "era algo que apasionaba a Marita. Ella amaba a Fito Paéz -hoy uno de los participantes activos de la campaña contra la trata-, a León y le gustaba mucho Silvio Rodríguez", se emociona Trimarco.
Su nieta Micaela, devota de Charly García, continúa con la tradición del amor a la música. "Yo nunca fui de venir a recitales ni nada. Hoy lo hago para acompañar a mi niña y porque todo suma cuando hay que generar conciencia", concluye.
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