Una multitud de bolivianos y turistas brindó el fin de semana homenaje a Oruro, en el día de su aniversario departamental, pero también a un interminable Carnaval que, en su segundo día, se tornó más festivo y más alegre, con la participación del público que colmó las graderías de la ruta, donde se estima que por lo menos había 500 mil espectadores.
Entre ayer y hoy en Bolivia se celebra la ch’alla tradicional, por lo que las personas visitan los mercados en busca de adornos y enseres como la mixtura, globos, serpentinas y otros para sus casas, autos o negocios.
En Oruro, las bandas de música interpretaron el Himno a la localidad, en los cuatro kilómetros de la ruta de la entrada folklórica. El público se paró y participó en el acto de civismo inusual, que coincidió con la realización del más grande espectáculo que tiene este departamento, declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Una instrucción de la Asociación de Conjuntos del Folklore se cumplió, pero otros grupos continuaron con actos en la misma ruta del Carnaval, pidiendo al público que también interprete el himno de Oruro, como homenaje a la revolución del 10 de Febrero de 1781, donde se derribaron las insignias y estandartes de la corona de España, que entonces dominaba este territorio.
La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada llegó a la Avenida Cívica por la tarde y, todos los danzarines se dirigieron hacia el monumento a la Virgen del Socavón, que se puede advertir en forma clara desde ese lugar, para rendirle pleitesía y ofrecer el homenaje de los orureños.
El escenario estuvo repleto. El público tuvo que pararse. El escenario retumbó con el himno y después siguieron explotando los petardos en el cielo para dar paso a uno de los más grandes conjuntos folklóricos que ha promocionado, más que otros, el Carnaval de Oruro, a nivel mundial.
El presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro, Jacinto Quispaya, afirmó que esta es la forma de rendirle homenaje a nuestra tierra, con la danza y la música que todos saben interpretar y bailar en las calles. Dijo que durante los dos días del Carnaval, “no hubo conflictos de ninguna naturaleza, con excepción de algunos baches que siempre se presentan”.
Este año, a comparación de otros, no hubo más atractivo que el monumento a la Virgen del Socavón, ubicado en la cima del cerro Santa Bárbara, donde a cada instante llegaban miles de personas, para admirar esa obra de arte que fue inaugurado el 1 de febrero pasado.
Los miles de peregrinos subieron por las graderías hasta ese lugar, desde las primeras horas de ayer. Habían largas filas de peregrinos en las distintas calles que se dirigen hacia ese sitio, ahora considerado sagrado, para admirar a la Virgen y para visitar los ocho pisos de ese mirador.
Otro grupo de ciudadanos, algunos residentes del interior del país, se concentró en la plaza Sebastián Pagador, a las 12:00 horas, donde se rindió homenaje a la Revolución del 10 de Febrero. La presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra, expresó su promesa de respetar los símbolos e instituciones de este departamento, como el aeropuerto Juan Mendoza, que sufrió hace dos días, el cambio de nombre por el del presidente Evo Morales.
Orureños y bolivianos en general, dan gracias a la Madre Tierra, por sus
bienes, además de adornarlos y echarles con alcohol, mixtura, confites,
azúcar, flores y otros para que duren o les vaya bien.
En los
diferentes centros de abasto de la ciudad, se expenden confites, la
libra a 6 y 7 bolivianos, de diferentes colores sobresaliendo el blanco y
el fucsia, que según cuentan las vendedoras es para atraer la salud y
el amor en el hogar.
Las serpentinas tienen costo de 130 y 140
bolivianos, la bolsa que contiene 130 unidades de serpentina, siendo
comercializadas a una razón de tres unidades por 5 bolivianos.
La
mixtura tiene un costo de 24 bolivianos la libra, en esta época se
utiliza mixtura de todo color. A esto se incrementan los adornos de
plástico que se ponen en ventanas, techos y paredes de las casas, o
simplemente en los autos y otros objetos que se quiera ch’allar.
Comida
La
tradición de la ch’alla, también señala que se debe cocinar un plato
especial para compartir con la Madre Tierra o Pachamama, siendo el
producto más solicitado por la población la carne de cordero y llama,
otros prefieren la carne de cerdo o pollo, se acostumbra asar estas
carnes en horno o en parrilla, acompañando con papa, camote, oca,
choclo, ensalada y plátano de freír.
Estos productos cárnicos,
incrementan su precio por la demanda, el kilo de cordero alcanza a
costar incluso 28 bolivianos, la llama 22 bolivianos, pero se vende por
mayor. El cerdo mantiene su precio entre 30 y 35 bolivianos por kilo, el
pollo tiene variedad de costos desde 11 bolivianos hasta 17 bolivianos
sin menudencia.
De esta manera, se realizan las actividades
tradicionales en Oruro y Bolivia, anteriormente se acostumbraba jugar
con agua en todas las viviendas, actualmente este juego se redujo en un
80 por ciento, y es sustituido por fiestas con espuma o reuniones
familiares y de amigos, pues se realizan intensivas campañas para
motivar la toma de conciencia sobre el cuidado del líquido elemento.
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