Se parece al argumento de una película: los gemelos idénticos, imposible de distinguirlos a simple vista, el mismo (o casi) ADN, incluso. Uno de los dos cometió las violaciones e incluso fue reconocido por las víctimas, pero la policía francesa no sabe cuál es el verdadero culpable o si son los dos.
Los protagonistas de este intrincado rompecabezas judicial Elwin y Yohan, dos desempleados de 24 años de Marsella, en el sur de Francia, están bajo investigación por una serie de agresiones sexuales ocurridas en la ciudad entre septiembre y enero, todos con el mismo procedimiento.
El caso indica que seis mujeres, con edades comprendidas entre 28 y 76 años, fueron asaltadas y violadas a altas horas de la noche cuando regresaba solas, a pie, por zonas de las afueras de Marsella poco iluminadas.
En las escenas de esos crímenes se encontraron rastros biológicos suficientes para trazar el perfil genético del delincuente, pero la policía se ha topado con una amarga sorpresa en los chequeos que realizaron pues el ADN de los gemelos es idéntico. Los monocigotos (hermanos que compartieron la misma placenta en la gestación), de hecho, según ha explicado un genetista experto en las páginas del diario local La Provence, tienen pequeñas diferencias, que se forman en una fase inicial, pero que no se encuentran en las pruebas genéticas convencionales, que comparan aproximadamente 400 pares base. Así los constituyentes de ADN emergen como iguales.
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