Lo afirmó el doctor Máximo Ravenna acerca de la innovación que fue presentada hace algunos días en el Salón de Alta Tecnología de Las Vegas por la empresa francesa Slowcontrol. Se trata de un dispositivo integrado a un tenedor que, mediante un sistema con sensores, alerta cuando se está comiendo demasiado rápido y comienza a vibrar.
Jacques Lépine, el inventor del utensilio explicó que por sí mismo no lograba corregir la velocidad con la que ingería los alimentos y contó que así fue como creyó que sí podría con la ayuda de un tenedor inteligente.
Para el doctor Ravenna, de ésta afirmación surge el principal error del invento y explica que “es imposible que la utilización de este tenedor electrónico pueda por sí misma hacer bajar de peso a personas que sufren trastornos alimentarios y dijo que “se trata de un anuncio de marketing armado sobre las bases de un engaño que sólo tiene como objetivo fomentar un negocio”.
"La lucha contra el sobrepeso y la obesidad incluye factores neurológicos, psicológicos, genéticos, hormonales, de estados de ánimo, de fuerza de voluntad, ejercicio físico, autoestima, acompañamiento médico y psicoterapéutico, etc, que bajo ningún aspecto pueden quedar eclipsados por invenciones mágicas no sustentables como el dispositivo mencionado o el perfume francés también presentado en Europa en 2012”, dijo el especialista en trastornos alimenticios.
La empresa Slowcontrol prevé comercializar su invención en una primera etapa a partir del mes de abril, a un precio previsto de 99 dólares.
"Es una locura creer que la utilización de un utensilio puede curar por sí solo una enfermedad que se ha consolidado como una verdadera pandemia a nivel internacional” explicó el creador del método de adelgazamiento más utilizado a nivel mundial, y agregó que “lo único que hace la aparición de elementos como éste es fomentar una estafa que los obesos pueden hacerse a sí mismos, creyendo que mágica y cómodamente van a poder terminar con sus problemas de sobrepeso y obesidad sin hacer ningún tipo de esfuerzo”.
Finalmente, Ravenna reitera que sólo el acompañamiento de un grupo de profesionales, la voluntad del enfermo, los límites a la ingesta de alimentos, el ejercicio físico y, sobre todo, la verdadera convicción por lograr el objetivo de mejorar el aspecto corporal y la salud, conforman un coherente coctel que garantiza el descenso de peso.
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