La polémica por el video en el que marinos chilenos cantan consignas xenófobas contra argentinos, bolivianos y peruanos se recalentó ayer en Chile, donde el oficialismo volvió a formular opiniones contradictorias, mientras la Argentina expresó su malestar y Bolivia advirtió que hará una denuncia internacional.
El ministro chileno de Defensa en funciones, Alfonso Vargas, anunció que se logró identificar a los 27 marinos que durante un entrenamiento trotaban cantando "argentinos mataré, bolivianos fusilaré, peruanos degollaré", filmados por una turista argentina, y precisó que dio un plazo de 20 días para que la Armada sustancie un sumario que permita establecer responsabilidades y sanciones.
En
conferencia de prensa y tras haber recibido un informe preliminar de la
Armada, Vargas consideró que "no tendría ninguna lógica" imponer la
misma sanción a los 27 grumetes, dado que existen diferentes grados de
responsabilidad que deberá establecer el sumario de la Armada,
reportaron las agencias de noticias EFE y ANSA y los diarios La Nación,
El Mercurio y Radio Cooperativa.
Los hechos ocurrieron el 28 de enero frente a la playa de Viña del Mar,
donde trotaban los 27 grumetes de la Academia Politécnica Naval bajo
supervisión de un sargento, cantando las consignas que, según el
ministro, iba improvisando uno de ellos.
En tanto, los gobiernos de la Argentina y Perú reaccionaron con cautela y
ponderaron la inmediata intervención del gobierno chileno, al margen de
expresar repudio por el acontecimiento.
La cancillería argentina entregó hoy una nota a la embajada chilena en
Buenos Aires en el que expresó su "malestar y sorpresa por los cánticos
xenófobos y violentos", pero también su convencimiento de que las
autoridades vecinas "tomarán todas las medidas que corresponden para que
los responsables de tan lamentable episodio reciban el tratamiento
previsto por la ley".
En Perú, el jefe de gabinete, Juan Jiménez, dio por cerrado el incidente
al elogiar la pronta reacción del gobierno chileno para condenar los
cánticos de los marinos.
"Saludamos esa iniciativa y esperamos que esto abone más bien a que
podamos solucionar siempre los problemas en paz, dialogando y no
confrontando", manifestó.
Por su parte, el ministro de Defensa peruano, Pedro Cateriano, restó
importancia a lo que la prensa llamó ofensa y provocación y ratificó que
ambos países "trabajan para fortalecer sus relaciones".
Distinta fue la reacción del gobierno de Bolivia, que consideró que
"estas acciones entorpecen y vulneran los compromisos internacionales
básicos contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la
Organización de Estados Americanos y la Unión de Naciones
Sudamericanas", según expresó el ministro de Defensa, Rubén Saavedra.
Bolivia “hará conocer a la comunidad internacional éste y otros hechos
que vienen ocurriendo a objeto de que se establezcan las medidas que
correspondan conforme las normas y los acuerdos internacionales", señaló
más tarde el Ministerio en un comunicado.
En Chile, luego de los repudios oficiales del hecho por parte del
Ministerio de Defensa, de La Moneda y de la Armada, desde el
oficialismo, el diputado de la Unión Democrática Independiente (UDI)
Gonzalo Arenas abrió ayer la polémica al considerar natural los cánticos
con dicho contenido entre los militares.
"Están para ir a la guerra. ¿Qué pretende la Armada, que canten `La
ronda de San Miguel`?", justificó el legislador, quien sugirió al jefe
de la institución que para evitar que sus subordinados canten ese tipo
de consignas "los inscriba en clases de bordado y punto cruz".
En el mismo tono se expresó hoy el diputado Alberto Cardemil, del
partido del presidente Sebastián Pieñera, Renovación Nacional (RN),
quien consideró que "montar un verdadero escándalo que tiene ribetes
anti Fuerzas Armadas e incluso antichilenos es absolutamente fuera de
lugar".
"Los soldados no son niñitos de las monjas, son gente preparada para las
guerras porque los países entienden que son un escenario posible",
indicó Cardemil, funcionario durante la dictadura pinochetista y actual
integrante de la Comisión de Defensa de Diputados.
Desde la misma vereda oficialista, pero en contradicción con los dos
diputados, el ex ministro de Defensa y actual candidato presidencial de
RN, Andrés Allamand, lamentó el hecho y advirtió que el video "pueda ser
utilizado en el extranjero para dañar la imagen" de las fuerzas armadas
y del país.
"Siempre hay personas que están al aguaite (al acecho) para generar una
situación adversa y, sobre todo, para tratar de difundir una imagen que
es incorrecta, porque nadie puede creer que esta conducta sea
permanente, que forme parte de la reglamentación interna" de las
instituciones castrenses, manifestó Allamand.
El senador Eugenio Tuma, del opositor Partido por la Democracia (PPD),
miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, consideró
necesario integrar una comisión legislativa que recoja todos los
antecedentes del hecho, y determinar el origen de las instrucciones que
recibieron los grumetes.
"Es un hecho gravísimo, que debe ser investigado, esto avergüenza a
Chile", expresó Tuma, quien consideró que las escuelas militares deben
ser investigadas urgentemente para determinar cuáles son los
instructivos y reglamentos de los que emana una orden que, en su
opinión, es discriminatoria.
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