Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Chile, Sebastián Piñera, se quedaron con buena parte de la atención de la jornada en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) al protagonizar una áspera polémica por la pretensión boliviana de recuperar su salida al mar.
Morales juzgó que Chile "tiene que devolverle el mar a Bolivia" y denunció que el país trasandino "incumplió el tratado de 1904" en el Santiago apoya su postura, en tanto Piñera remarcó que "no se le puede pedir" a ninguna Nación del mundo que "divida o corte su territorio".
El áspero intercambio incluyó una propuesta de La Paz para canjear la
salida al oceáno Pacífico por gas, iniciativa que Santiago rechazó.
Cumpliendo un adelanto que de alguna manera Morales había hecho en la
semana, Morales dedicó casi todo su discurso al reclamo, aseguró que
Chile "ha incumplido" el tratado firmado en 1904 y consideró "un reclamo
justo del pueblo boliviano" la aspiración de recuperar la salida al
mar, que perdió en el conflicto iniciado en 1879.
"Chile violó y viola el tratado de 1904", afirmó Morales ante numerosos
jefes de Estado, oportunidad en la que consideró "injusto" ese texto,
que dejó en manos de Chile la porción de costa que tenía Bolivia, 54
años después de su independencia.
Tras escucharlo atentamente, Piñera invitó a su par boliviano a "revisar
el tratado" que "no solo ha estado vigente por más de cien años, sino
que en consecuencia es un documento que ha dado estabilidad a nuestras
fronteras".
“Chile no está dispuesto a cortar o dividir su territorio y eso no se le
puede pedir a ningún país del mundo”, replicó Piñera, que insistió en
la necesidad de "recurrir al diálogo", a través de "grupos de trabajo
especializados que se junten para hallar soluciones".
"Chile tiene una larga tradición de cumplimientos de sus tratados que
están hoy válidos y vigentes", manifestó Piñera, que admitió que, "por
supuesto, se pueden perfeccionar".
Chile anexó miles de kilómetros cuadrados de Perú y Bolivia en la
llamada Guerra del Pacífico, en la que La Paz perdió su salida al mar.
Dos décadas después de terminada la guerra, en 1904, los poderes
ejecutivos y legislativos de los dos países firmaron el acuerdo que
demarcó la frontera.
Santiago se apoya en ese tratado de 1904 para considerar que no tiene
asuntos limítrofes pendientes con Bolivia, que ya adelantó que hará una
presentación, actualmente en preparación, ante la Corte de La Haya.
Morales afirmó que el planteo de su país "es concreto", evaluó que "así
como Estados Unidos ha devuelto el canal de Panamá a los panameños,
Inglaterra tiene que devolver las Malvinas a Argentina y Chile tiene que
devolver el mar a Bolivia", y denunció que existe "discriminación"
hacia los transportistas bolivianos.
"Cuando hay tratados que violan los derechos humanos, no hay tratado que
resista", afirmó Evo, quien reclamó también "una solución y un trabajo
conjunto, no con violencia ni con amenazas" y citó estudios que estiman
que el enclaustramiento marítimo le impide a Bolivia crecer
económicamente en 1,5 por ciento al año.
Sobre la propuesta de canjear gas por la salida al mar, Morales analizó
que si las familias en Chile "ahora pagan 500 dólares por un gas
domiciliario, pagarían 250 por gas boliviano".
En su respuesta, el presidente chileno aseguró que los temas de
soberanía "no se negocian por temas económicos", insistió en que Chile
quiere "tener la mejor relación con Bolivia". "Pero también debe saber
que voy a defender la soberanía, porque es mi derecho y mi obligación",
amplió.
"Pero si usted quiere negociar soluciones dentro del respeto del derecho
internacional, encontrará la mejor disponibilidad”, finalizó Piñera,
que instó a "terminar con este diálogo de sordos".
El encuentro siguió con la palabra de representantes de varios de los 33
países participantes de la cumbre, y, un rato después, los dos
mandatarios volvieron a cruzarse.
Con ironía, Morales "felicitó" a Piñera: "si quiere perfeccionar el tratado, es porque sabe que algo está mal".
Piñera buscó terminar con el cruce, para entonces central en la jornada
de deliberaciones, al subrayar que "los tratados están para cumplirse",
remarcar que "no basta una decisión unilateral para modificarlo" y
preguntarse "qué pasaría en el mundo si cada país pretendiera lo mismo".
"Yo lo invito a sentarse a negociar para no aburrir o abusar de este
foro", concluyó el anfitrión, que sin esperar respuesta pasó a pedir que
se voten los varios documentos que aprobó la Celac.
La tensión entre ambos mandatarios ya se había manifestado en la noche
del domingo, cuando el Morales faltó a la cena que ofreció Piñera a los
jefe de Estado presentes en Santiago para disputar dos partidos de
futbol siete, uno con la comunidad boliviana en Chile y otro con
representante de la comunidad mapuche, con la que el gobierno chileno
mantiene un conflicto por territorios.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff