En el cierre del primer encuentro de la Celac, tras su conformación en diciembre de 2011, el presidente cubano Raúl Castro quedó al frente del organismo que reúne a todos los países de América y el Caribe, a excepción de Estados Unidos y Canadá. La designación para dirigir el grupo de 33 naciones fue analizada por algunos gobiernos como una victoria sin precedentes para el gobierno de la isla.
Los gobiernos de América Latina se comprometieron a trabajar por la unidad y la integración, aunque sin ocultar sus divergencias.
Por primera vez, Cuba asumió la presidencia de un organismo
americano y un emocionado Raúl Castro dijo que "para mi país y
para mí es un gran honor".
Castro sostuvo que la designación de Cuba al frente de la
CELAC "es un reconocimiento a la abnegada lucha por la
independencia" que ha librado su país. Raúl Castro abogó por "una América Latina y Caribe diversos,
pero unidos para avanzar hacia el desarrollo".
El presidente cubano insistió que "sabemos que entre nosotros
hay pensamientos distintos y diferencias, pero la CELAC ha
surgido sobre el acervo de 200 años de lucha por la
independencia".
Al inaugurar el plenario, el presidente chileno Sebastián
Piñera hizo un expreso reconocimiento al presidente Hugo Chávez
por sus esfuerzos por crear la CELAC, como también a las
iniciativas impulsadas por los ex presidentes Inacio Lula da
Silva de Brasil, y Felipe Calderón de México.
El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, celebró
el homenaje rendido a su par venezolano y enfatizó que "si se
buscara un sinónimo a la palabra solidaridad, ése sería Hugo
Chávez".
El vicepresidente venezolano Nicolás Maduro leyó una carta de
Hugo Chávez dirigida a sus colegas latinoamericanos y del
Caribe, instando a reforzar la integración regional política y
económica.
Con la conducción de Piñera, todos los mandatarios tuvieron
oportunidad de expresarse sin límite de tiempo y sin ocultar sus
diferencias, que surgieron durante el debate.
El mandatario de México Enrique Peña Nieto, señaló que
"queremos ser un país que se integre a esta región, que
establezcamos mecanismos de mayor cooperación e intercambio" y
exhortó a ser más influyente y acelerar el paso para terminar
con la pobreza.
Otto Pérez, presidente de Guatemala, hizo hincapié en los 49
millones de habitantes de América Latina y el Caribe que padecen
hambre y calificó la cumbre como una "gran oportunidad".
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, destacó el
"eficaz liderazgo" de Piñera durante su gestión al frente de la
Celac.
El canciller de Brasil Antonio Patriota, expresó que "la
Celac es un paso importante en el diálogo y la reflexión sobre
la integración de América Latina y el Caribe".
Patriota quedó en representación de la presidenta Dilma
Rousseff que debió cancelar su agenda por la tragedia ocurrida
en la discoteca de la ciudad brasileña de Santa María.
Al turno de Bolivia, el presidente Evo Morales dijo que
"tenemos la obligación de resolver los temas pendientes" y
dedicó gran parte de su intervención a denunciar que Chile
obstaculiza la salida al mar "que no es una reivindicación sino
un derecho del pueblo boliviano".
Sus palabras llevaron a una réplica por parte del mandatario anfitrión, quien no aceptó negociar "gas por mar".
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