La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció anoche por cadena nacional de radio y televisión que el gobierno reducirá entre 18% y 32% la tarifa de energía para residencias y fábricas, respectivamente, en el marco de la búsqueda de mayor competitividad frente a la crisis económica mundial.
La mandataria fustigó a los "pesimistas" y a quienes "están siempre en contra" por haber puesto en duda la capacidad energética del país, en medio de la decisión de la reducción de tarifas.
"Es la primera vez que esto ocurre en Brasil, pero no es la
primera vez que nuestro gobierno toma medida para reducir
costos, ampliar la inversión, aumentar el empleo y garantizar el
crecimiento para el país y el bienestar de los brasileños", dijo
Rousseff en su discurso.
El corte de las tarifas iba a ser menor y a partir del cinco
de febrero, pero la mandataria buscó sorprender diciendo que el
recorte entrará en vigor a partir de este jueves 24.
La mandataria fustigó en modo inusual las previsiones de la
prensa y de analistas del sector financiero que anticiparon una
crisis energética a raíz de la sequía registrada en diciembre en
varias regiones del país donde existen centrales
hidroeléctricas.
"Me sorprende que personas por precipitación, desinformación
u otros motivos hayan hecho previsiones sin fundamento cuando
los reservorios bajaron sus niveles y las centrales térmicas
fueron normalmente activadas. Esas previsiones fracasaron y
Brasil no dejó de producir un solo kilowatt", agregó.
Brasil, como potencia energética, dijo, duplicará en 15 años
su capacidad instalada de energía eléctrica.
"En este nuevo Brasil, los que están siempre en la contra
están quedando atrasados. Nuestro país avanza en un mundo lleno
de dificultades. Podemos ver como se equivocaron feo en el
pasado los que no creían que era posible crecer y distribuir el
ingreso, que pensaban era imposible que decenas de millones de
personas salieran de la miseria y que no creían que Brasil se
convirtiera en un país de clase media", dijo.
Rousseff afirmó que el gigante sudamericano está "cada vez
más grande y más inmune a las previsiones alarmistas".
"Los ganadores fueron los que apostaron en Brasil, por haber
vencido el pesimismo y a los pesimistas, estamos viviendo uno de
los mejores momentos de nuestra historia", afirmó.
La presidenta destacó el combate a la pobreza, la baja de la tasa de interés a la mitad y la reducción del costo energético como bases para el crecimiento de Brasil, luego de haber cumplido la mitad de su mandato.
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