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La falta de agua genera caos en la capital chilena

Santiago se convirtió ayer en un caos por la falta de agua que obligó a devolver a los trabajadores a sus casas, cerrar restaurantes y casinos, no atender a infantes de salas cunas y reducir solo a emergencias la atención de hospitales y consultorios.

El lunes, en la zona cordillerana sur de la región Metropolitana, se produjeron fuertes lluvias que causaron un alud en el Río Maipo por el arrastre de agua turbia, que llevó a Aguas Andinas;cuyo accionista mayoritario es Aguas Barcelona- a cerrar tres plantas, sin advertir a la población.

Veintiún comunas ;cerca de tres millones de personas- se vieron afectadas por la decisión de la compañía y los alcaldes debieron repartir agua en camiones aljibes en un día cuya temperatura llegó a los 30 grados bajo la sombra.

El presidente Sebastián Piñera –que el viernes recibirá a más de 40 jefes de Estados de América Latina y Europa, en la mayor cita de personalidades extranjeras en el país- urgió a la empresa a solucionar el problema.

"De acuerdo a lo que está planificado, hoy día antes que termine este día el problema va a estar resuelto y eso significa hacer frente a lo que es un evento de la naturaleza de lo que fue la crecida del Río Maipo, recuperar la capacidad de producir 19 millones de litros cúbicos por segundo, que es lo que requiere la ciudad de Santiago para abastecerse en plenitud", dijo Piñera, quien hoy visitaba el Espacio Riesco donde se reunirán los mandatarios visitantes.

La ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, criticó la información entregada por Aguas Andinas "porque esta no ha sido ni oportuna ni adecuada", y anunció que su cartera monitoreará que se cumpla la promesa de que esta medianoche se reanude el suministro.

Añadió que "frente a emergencias como ésta nosotros no solamente pedimos que se distribuya rápido el agua, sino que también se informe oportunamente".