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Crece el número de "apartidarios" en Brasil

El Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff es la fuerza política más popular de Brasil, aunque redujo la preferencia en los últimos dos años, al ritmo del juicio por el escándalo del "mensalao", la red de corrupción que involucró al gobierno de Luiz Lula da Silva (2003-2010).

Según lo reveló ayer una encuesta de Ibope divulgada por el diario O Estado de Sao Paulo, el PT cayó del 33% de simpatía de los brasileños que tenía en marzo de 2010, en el momento más popular de Lula, al 24% en octubre de 2012, mes clave del juicio que condenó por corrupción a la ex cúpula del partido y al ex jefe de ministros José Dirceu.

Sin embargo, la fuerza nacida en 1980 en la región industrial del estado de Sao Paulo de la mano del sindicalista Lula lleva amplia ventaja de preferencias a otros partidos.

El segundo en la lista es el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), del vicepresidente Michel Temer y el ex mandatario José Sarney, con 6%, y el tercero el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Pero la encuesta de Ibope apunta que el escándalo del "mensalao" -que golpeó al PT y a otros ocho partidos aliados- explica que por primera vez desde 1988, año de la Constitución posterior a la dictadura (1964-1985), los brasileños que se declaran "apartidario" sean mayoría.

De acuerdo al sondeo, el 56% actualmente dice no tener preferencia partidaria, contra el 44% que sí se identifica con un partido político.

En 1988, en pleno proceso de redemocratización, 61% estaba identificado con algún partido político. Y en 2007, un año después de la reelección de Lula, los que sí tenían un partido como representante político llegaron al record del 66%, de acuerdo a la base de datos de Ibope.

"Desde 1988 la democracia se hizo rutinaria. Entonces es claro que las pasiones se atenúen, sumadas a escándalos, con lo cual algunos cristales se han quebrado. Los partidos no dan más una explicación completa del mundo", explicó el cientista político Carlos Melo, del Instituto de Enseñanza e Investigación (Insper).