La competencia cumplió la sexta etapa entre Arica y Calama, en la que los pilotos locales marcaron el paso en motos con Francisco “Chaleco” López (KTM) y en cuatriciclos con Ignacio Casale (Yamaha), aunque la "novedad" se dio en autos, con Nasser Al Attiyah (Buggy) al frente y el abandono de su compañero de equipo, el español Carlos Sainz.
La etapa de ayer, con un recorrido total de 768 kilómetros, tuvo una especial de 455, que transcurrió en el desierto de Atacama con punto de partida en las escalofriantes dunas de Iquique, pasando por Antofagasta hasta terminar casi a los pies de la mina de Chuquicamata.
En lo que fue un trazado muy rápido y con las dificultades que depara este desierto, Al Attiyah -gran conocedor de sus secretos- mantuvo un duelo con otro `maestro` de la arena, Stéphane Peterhansel (MINI).
Los dos se sacaron chispas aunque finalmente el qatarí logró estirar la diferencia hacia el final y llegó a la meta 8m. 36s. antes que el francés.
El estadounidense Robby Gordon (Hummer), otro que se siente muy cómodo en esta superficie, completó el podio de la jornada al arribar a la meta a 13m. 52s. de su ex compañero de equipo y hoy archienemigo Al Attiyah.
El mendocino Orly Terranova (BMW-XRAID) protagonizó, a su vez, una lucha cerradísima con el piloto de MINI, el ruso Leonid Novitskiy, a quien finalmente le arrebató el cuarto lugar de la etapa, a 14m. 13s. del ganador.
Su comprovinciano Lucio Alvarez (Toyota Hilux), repuesto de un malestar estomacal, tuvo un gran comienzo de etapa y pese a haberse quedado empantanado en una duna sobre el final, llegó séptimo, a 25m. 36s. del qatarí.
Pero, sin dudas, el abandono de Sainz convulsionó el campamento montado en Calama, cuando después de haber estado parado en el kilómetro 181 de la especial un miembro del equipo oficializaba que había roto el motor y se despedía de la carrera.
Campeón del Dakar en 2010 con la imbatible Touareg del equipo Volkwagen, “El Matador” se retiró en 2011 cuando la casa alemana dejó el Dakar y tras un año sabático retornó en 2013 de la mano de su ex compañero Al Attiyah, a bordo de un Buggy.
Lo cierto es que la suerte de ambos fue dispar, porque mientras el qatarí sumó su tercera victoria en este Dakar y lidera la general, el español ganó solo la primera de 12 kilómetros y luego quedó undécimo; decimocuarto, cuadragésimotercero y quinto, sucesivamente, siempre aquejado por problemas mecánicos.
Otro gran perdedor del día fue el catalán Nani Roma (MINI), ya que se quedó en una trampa de arena y perdió más de una hora hasta poder salir. El percance le costó un 23er. lugar de etapa y caer dos puestos en la general.
Disputadas seis etapas, Peterhansel encabeza el rally con un tiempo de 14h. 36m. 16s., seguido por Al Attiyah a 1m. 18s.; tercero Giniel De Villiers (Toyota-Hilux) y cuarto Novitskiy, a 44m.47s. Los mendocinos Terranova y Alvarez están en la octava y novena colocación, respectivamente, a más de dos horas del líder.
Arena, dunas para el infarto y piedras por doquier son algunas de las características del desierto de Atacama, que los pilotos chilenos conocen mejor que nadie porque antes de aprender a andar en bicicleta se enfrentaban a esta desolada enormidad que los vio brillar en campeonatos locales.
“Chaleco” López, ganador de tres etapas desde que se inició la competencia y que, por ende, acaba de igualar su marca de 2010 cuando cosechó el mejor resultado en un Dakar, ganó la especial con un tiempo de 3h. 36m. 21s.
“Todo fue sobre ruedas, fue una etapa muy linda aunque sobre el final la moto comenzó a perder potencia. Ahora hay que preparase para mañana”, dijo el chileno.
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