Las dos adolescentes jujeñas que habían desaparecido el 20 de septiembre ya se encuentran con sus familias, testificaron ante la justicia federal con el acompañamiento de un equipo especializado y recibirán apoyo de psicólogas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, informaron fuentes oficiales.
“No se trató de un caso de trata” confirmó a Télam Mariana Schvartz, coordinadora del Equipo Técnico de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el delito de Trata, quien viajó a Jujuy junto a un abogado, una psicóloga y personal policial especializado en víctimas de este delito para asistir a Antonela de 14 años y a Celeste de 16.
Si bien la funcionaria declaró que no se trató de un caso de trata “estuvimos involucrados desde que las familias denunciaron la desaparición y, una vez ubicadas las chicas, las escuchamos, las acompañamos durante el testimonio que dieron ante la justicia federal y ahora dos psicólogas del Ministerio de Desarrollo Social las asistirán a ellas y sus familias”.
La profesional habló con las jóvenes oriundas de La Quiaca, quienes le contaron que “habían hecho un pacto junto a otras dos amigas -que luego desistieron- que consistía en escapar de sus casas, ya que la más pequeña refirió que tenía mala relación con su mamá, y la otra estaba impactada porque, en un accidente de auto del que participó, falleció un sobrinito en sus brazos”.
El 20 de septiembre “tomaron un taxi desde La Quiaca hasta Villazón -en la frontera con Bolivia-, adonde lograron ingresar porque tenían documentos de otras personas adultas, y de allí se fueron a Tupiza”, localidad que queda a 256 kilómetros de Potosí.
En ese poblado “trabajaron como empleadas domésticas y en una ferretería, en una situación sumamente precaria, donde estaban en una situación de alta vulnerabilidad y expuestas a cualquier situación de peligro”, señaló la funcionaria.
Celeste, la mayor de las chicas, “decidió irse a Potosí, donde tenía familiares, a los que les dijo que estaba con permiso de su mamá, pero un hermanastro se enteró de la verdad y avisó a las autoridades”.
Conocida la situación, la cónsul argentina en Villazón, Reina Sotillo, fue a buscar a Antonela a Tupiza junto con su mamá Carina Ramos. Según pudo saber Télam, encontraron a la chica en estado de shock, lo que fue confirmado por la diplomática y por Schvartz, quien dijo que “hay que respetar los tiempos de las adolescentes, están angustiadas e impactadas”.
Sotillo destacó que “trabajamos cuidando los derechos de las niñas y estamos felices de haber colaborado en el reencuentro con sus familias. Sin dudas ahora ellas están mejor”.
En tanto, Schvartz compartió que ambas “testificaron ayer ante el titular del Juzgado Federal Nº 2 de San Salvador de Jujuy, acompañadas por psicólogas ya que no hay Cámara Gesell allí, y solicitamos que la justicia provincial, que también investiga el hecho, tome esta declaración para que ellas no tengan que volver a pasar por esta situación”.
“Ahora es tiempo de acompañarlas, de hacer un seguimiento y de ver que necesidades van surgiendo”, agregó la funcionaria del Ministerio de Justicia.
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