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AMPLIARCasación confirmó perpetua a Menéndez y Albornoz en Causa Romero Niklison

Casación confirmó perpetua a Menéndez y Albornoz en Causa Romero Niklison

Lo dispuso la Sala I del máximo tribunal penal. El ex comisario Roberto Heriberto Albornoz y Menéndez fueron acusados por la ejecución de cinco personas en un procedimiento realizado por fuerzas de seguridad en mayo de 1976

La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó el recurso de casación interpuesto por las defensas de Luciano Benjamín Menéndez y Roberto Heriberto Albornoz, contra la pena de prisión perpetua impuesta por el Tribunal Oral Federal de Tucumán por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.

El tribunal, integrado por los jueces Raúl R. Madueño, Luis María Cabral y Eduardo Rafael Riggi, confirmó de esa manera la condena impuesta a Menéndez y Albornoz por los homicidios de María Alejandra Niklison, Fernando Saavedra, Juan Carlos Meneses, Eduardo González Paz y Atilio Brandsen.

La pena impuesta a Menéndez y Albornoz fue por los delitos de violación de domicilio y homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en perjuicio de las víctimas. El hecho ocurrió el 20 de mayo de 1976.

El fallo fue dictado el pasado 22 de noviembre por el Máximo Tribunal Penal del país y notificado a las partes el último viernes, según lo informado por esa sala. 

En la casa de la familia, ubicada en el barrio Echeverría, de la capital tucumana, el 20 de mayo de 1976, María Romero Niklison mantenía una reunión con otros cuatro militantes de la organización Montoneros.

Durante el juicio quedó demostrado que fuerzas conjuntas del Ejército y de la policía provincial tomaron por asalto la casa de los Romero Niklison y, simulando un enfrentamiento, asesinaron a todos los moradores.

Uno de ellos, Fernando Saavedra Lamas, había logrado huir pero fue acribillado en una iglesia cercana, donde trató de esconderse.

Los cuerpos sin vida de las víctimas fueron llevados a la jefatura de la policía de Tucumán y posteriormente inhumados en fosas comunes ubicadas en el cementerio del Norte de San Miguel de Tucumán.

En este sentido quedó acreditado en la audiencia que las cinco víctimas murieron como consecuencia de fusilamientos realizados por fuerzas de seguridad militares y policiales.