La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer que envió al Congreso una nueva ley de petróleo en la cual se destinarán las regalías de los nuevos contratos de la extracción de crudo 100% al presupuesto educativo.
"Este proyecto será la mayor inversión que Brasil hará en favor del presente y del futuro de sus hijos", adelantó la mandataria en el programa radial Café con la Presidenta.
El déficit educacional de Brasil comparado con el nuevo nivel
que ha alcanzado como sexta economía mundial es una de las
principales preocupaciones del gobierno, que ahora buscará
nuevamente en el Congreso una nueva ley sobre los contratos
futuros de petróleo.
"He enviado al Congreso un proyecto que destina todos los
royalties y las participaciones especiales recaudados con las
futuras concesiones de petróleo y gas para la educación",
informó la mandataria.
Agregó que la educación recibirá el 50% de las ganancias del
Fondo Social, que se formará con las ganancias con el sistema de
división de lucros de la explotación de los mega-yacimientos
submarinos de la camada pre sal, frente a las costas de Rio de
Janeiro y Sao Paulo.
El viernes pasado la presidenta acogió un pedido de los
principales estados productores, Rio de Janeiro y Espíritu
Santo, y vetó una ley aprobada por la Cámara de Diputados que
aumentaba el reparto de las regalías entre los estados no
productores.
"Estamos trabajando duro para construir una economía más
fuerte y competitiva y una sociedad más justa. Ningún niño
brasileño puede estar afuera de eso", dijo la mandataria.
El objetivo de Rousseff es duplicar la inversión en educación
y que llegue al 10% del Producto Interno Bruto hasta 2020
El gobierno espera que los mega-yacimientos submarinos,
considerados el máximo hallazgo de crudo leve de los últimos 30
años y que ya comenzaron a trabajar, no sean una fuente del 'mal
holandés' o la enfermedad del petróleo, que reemplace a otras
matrices e producción y renta del país.
"Debemos movilizar a la sociedad para que las regalías vayan
a la educación y preparar al Brasil para la era pos petrolera y
dar un salto de calidad como nación. No quedará nada si
dedicamos esta riqueza a hacer veredas de lujo, obras suntuosas
y a inflar la máquina pública", dijo el ministro de Educación,
Aloizio Mercadante.
El proyecto de Rousseff enviado al Congreso es llamado de
Medida Provisoria, que tiene fuerza de decreto, apunta a cambiar
la ley a partir de los nuevos contratos.
Las autoridades prevén que en marzo se llame a una nueva
ronda de licitación de campos petroleros en Brasil, dijo el
secretario de Petróleo y Gas del Ministerio de Energía, Marco
Almeida.
El Plan Nacional de Educación que lanzó el gobierno Rousseff
necesita sí o sí de las regalías para su funcionamiento pleno,
ya que posee grandes metas como educación en tiempo integral,
salario de profesor aumentado y construcción de guarderías y
jardines infantiles en las periferias.
"Todo el mundo aplaudió cuando aprobó el plan pero nadie lo cumplió. No podemos transformar la política educativa en un Protocolo de Kyoto que algunos cumplen y otros no", se quejó el ministro Mercadante.
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