De la mano de la llegada del calor comienza la impaciencia por quitarse la palidez del invierno y la necesidad de exponerse al sol. Por eso, más que nunca, conviene recordar el riesgo del bronceado extremo y el de no tomar recaudos a la hora de someterse a la acción de los poderosos rayos ultravioletas (UV): es que la excesiva exposición solar y sin protección son las principales causas del incremento en todo el mundo de los casos de melanoma maligno, el cáncer de piel más letal.
“En los últimos 30 años la incidencia mundial de melanoma está en aumento, lo cual es lógica consecuencia de los cambios de hábitos como una mayor exposición solar, secundario a la nefasta asociación entre bronceado y belleza y/o entre bronceado y salud”, señala Gabriela Cinat, médica oncóloga de la Unidad Funcional de Melanoma y Sarcoma del Instituto de Oncología Angel Roffo
Por su parte, Carlos Silva, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Británico, añade: “El crecimiento del melanoma tiene que ver con varias cuestiones. En principio, todo cáncer implica una alteración genética, donde juegan un papel principal los factores externos que promueven las mutaciones. Uno de esos factores es la exposición indiscriminada a las radiaciones ultravioletas. Las modas llevaron a que la gente se exponga mucho más al sol: en la década del 20, las mujeres eran pálidas y delgadas; en los 50, eran pálidas y más bien rellenitas; y a partir de los 60 tienen que ser delgadas, esculturales y sumamente tostadas. Por lo tanto, hubo un aumento de la exposición a un agente carcinógeno. Sumado a eso, hay una mayor permeabilidad a las radiaciones ultravioletas debido a defectos atmosféricos causados por la contaminación ambiental”, explica Silva.
Según el especialista del Hospital Británico, además, hay una mayor incidencia de cáncer en general porque la gente vive más y, por lo tanto, se cuenta con más tiempo para que se produzcan mutaciones genéticas. “A principios del siglo XX, la expectativa de vida rondaba los 45 años y hoy está por sobre los 75. El melanoma –puntualiza– es el tumor que más ha aumentado porcentualmente en los últimos 50 años, con más de un 600 % de incremento”.
Sobre el melanoma
El melanoma es
la forma más grave de cáncer de piel y su incidencia está aumentando a una tasa
mayor que cualquier otro tipo de cáncer (con excepción del de pulmón en la
mujer). Se estima que cada año lo desarrollan unas 200.000 personas en el mundo[1], y de ellas 44 mil desarrollan metástasis[2], es decir que sus células tumorales se
expanden a otros órganos del cuerpo. Si bien sólo el 5% de los cánceres
dermatológicos son melanomas[3], lo cierto es que éstos representan el 90% de todas las muertes por cáncer de
piel en el mundo.[4] Si se lo detecta precozmente, suele ser una
enfermedad curable, que se extirpa por medio de una cirugía. Pero si se lo
diagnostica una vez que ya se extendió a otras partes del organismo (hígado,
pulmones, huesos y cerebro), el pronóstico para los pacientes no es bueno: menos del 10% de quienes desarrollan
melanoma metastásico sigue vivo cinco años después del diagnóstico.[5]
En el país no hay datos precisos acerca de la incidencia de este tumor maligno en la población general, pero de acuerdo al Consenso Nacional Inter-Sociedades sobre Melanoma Cutáneo, la tasa cruda de mortalidad por melanoma para ambos sexos fue de 1,3 defunciones/100.000 personas durante el período 2000-2004, y se estima que es responsable de alrededor de 500 muertes al año. Según el Instituto Nacional del Cáncer, entre 1980 y 2009 el número de muertes relacionadas al melanoma aumentó más del doble, con mayor número de casos en hombres (sólo en el 2009 produjo 299 muertes en hombres y 210 en mujeres)[6]. “La edad promedio al diagnóstico de melanoma es menor a la edad promedio de diagnóstico de otros tumores malignos. Tanto en Argentina como en la mayoría de los países, el diagnóstico suele hacerse en individuos relativamente jóvenes (algo más de 50 años) y con muchos años de vida útil por delante, con el consecuente impacto social y económico”, destaca Cinat.
Nuevas armas terapéuticas
El
tratamiento histórico contra el melanoma eran la quimioterapia y ciertos agentes
inmunológicos como el interferón y la interluquina 2, pero los resultados eran
limitados sobre todo cuando el tumor se había diseminado por fuera del sitio de
origen (enfermedad metastásica). “En las
últimas tres décadas hubo muy pocos nuevos descubrimientos. Siempre fue un
tumor de pronóstico reservado porque tendía a invadir múltiples órganos y tener
escasa respuesta al tratamiento”, señala Silva, quien añade que, sin
embargo, en los últimos años, con la llegada de las terapias biológicas que permiten
tratamientos más personalizados, está cambiando ese pano
[1]Ferlay J, Shin HR, Bray F, Forman D, Mathers C and Parkin DM. GLOBOCAN 2008 v1.2, Cancer incidence and mortality worldwide: IARC CancerBase No. 10 [Internet]. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer; 2010. Available from: http://globocan.iarc.fr).
[2]GLOBOCAN report 2010: Cancer Incidence and Mortality Worldwide in 2008. Available from http://globocan.iarc.fr .// Balch CM, et al. J Clin Oncol. 2009;27:6199–6206.
[3]Bressac-de-Paillerets B, et al. Biochimie. 2002;84:67–74.
[4]Garbe C, et al. Eur J Cancer. 2010;46:270–283.
[5]National Comprehensive Cancer Network. NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology™: Melanoma V.3.2011.
Ministerio de Salud de la Nación, Link: www.msal.gov.ar/inc/ciudadanos_cdp_cifras.php
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff