“Los integrantes de Argentina en comunicación repudiamos la denuncia penal contra periodistas que han opinado dentro del marco de la libertad de expresión y la democracia. Pero, además de repudiar esta acción, anunciamos que apoyaremos a estos trabajadores de prensa en todas las instancias que sean necesarias”, expresaron en comunicado.
Comunicado completo
En este sentido indicaron que así lo haremos con cualquier otro periodista o persona que sea atacado por expresarse a favor de la gestión del Gobierno Nacional que conduce la Compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la Ley de Medios que defendemos, acatamos y por la cual abogamos para que sea cumplida estrictamente por parte de todos los grupos mediáticos.
Nos sorprende que aquellos que colaboraron y fueron socios de los responsables de delitos de lesa humanidad, ahora, en un escrito de 35 páginas denuncien a los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente de "instigadores y determinadores del delito de incitación a la violencia colectiva en perjuicio tanto del Grupo Clarín como sus directivos en particular". Estos trabajadores son acusados de un delito que implica penas de tres a seis años de prisión, con lo cual intentan impedir las denuncias de los comunicadores nacionales y populares en defensa de la Ley de medios y en contra del Grupo que no quiere adecuarse a la ley dictada por el Parlamento Argentino, confirmada por la Corte Suprema de justicia y que ejecuta el Poder Ejecutivo Nacional.
Nos preguntamos ¿de qué forma actuaban estos mismos empresarios socios y voceros de los genocidas con los periodistas que no opinaban como ellos durante el Genocidio argentino?
No tenemos dudas de cuál es la respuesta: en plena democracia, Clarín miente y, además, persigue a los periodistas que critican su postura y pretenden, —con la complicidad de un sector del poder judicial, con el cual han construido una alianza política para postergar por tres años los efectos de la ley de medios— encarcelar a los periodistas que opinan distinto al Grupo.
“Así de claro. Así de grave” es, (sugieren los compañeros periodistas del diario Tiempo argentino, que dirigió Caballero hasta hace poco tiempo).
A Caballero lo denuncian a partir de un textual de su participación en "678", de la TV Pública, del 4 de octubre, a propósito del conflicto de Gendarmería y Prefectura: "¿Qué creo yo, digamos, que es lo que está sucediendo? Obviamente esto es un intento de desestabilización, cuando vos a la gente le mostrás por televisión que las fuerzas que están para ocuparse de la seguridad, y de la tranquilidad, y de la paz de los ciudadanos de un país, en realidad toman posturas o deciden situaciones que alteran esa paz, la gente se agarra la cabeza y dice «en qué país estamos». Y la verdad que me parece que esto forma parte de una estrategia de incendio de la calle, que tienen ciertos grupos concentrados, básicamente el Grupo Clarín, de aquí al 7 de diciembre, que obviamente conecta muy bien con la antipolítica, conecta muy bien con los sectores de derecha que hay en la sociedad reaccionaria, un núcleo reaccionario muy duro de la sociedad argentina, pero también provoca quizá que vuelvan los peores fantasmas, ¿no? Digo, cuando uno ve un uniformado haciendo lo que no es su función específica, a cualquier argentino se le eriza la piel."
La denuncia penal (causa 12383/2012) radicada el jueves 22 de noviembre en el Juzgado Federal 9, a cargo del magistrado Luis Rodríguez, también alcanza a la periodista de Página/12 y panelista de 6,7,8, Sandra Russo, por el mismo presunto delito que en el caso anterior.
En la página 11 del escrito se lee: "Concretamente, la periodista Sandra Russo, luego de los conocidos «cacerolazos» del día 13 de septiembre de 2012, expuso en el programa televisivo 6,7,8 emitido por TV Pública, Canal 7, las siguientes expresiones: «Son las cacerolas de Clarín» y agregó «en este núcleo de veneno, es difícil que pueda salir algo bueno». Sandra Russo, luego, continuó diciendo «en los noventa hemos salido innumerables veces, pero en estas marchas hay veneno, y además si logran la destitución de la Presidenta de la Nación, ¿qué pasaría el día después?»"
También el grupo Clarín denuncia al periodista deportivo y relator de Fútbol para Todos, Javier Vicente. El sábado 6 de octubre, a las 18:28 horas, Vicente dijo: "Esto es Fútbol para Todos, para el parcial Estudiantes 0 - Quilmes 0. Fútbol para todos, el mejor antídoto a la cadena del miedo y del desánimo: Cadena con fecha de vencimiento, 7 de diciembre."
Para los abogados del multimedios la expresión podría encuadrase en "incitación a la violencia colectiva".
Este intento desesperado del Grupo (que debe adecuarse si o si a los alcances de la Ley 26.522) para amedrentar a todos los que opinan que Clarín esta desafiando al sistema democrático tratando de imponer su lógica de poder al poder del pueblo organizado, choca contra el derecho a la libre expresión de los denunciados y de todos los que pensamos que la Democracia y la Libertad de Expresión y aun la libre circulación de las ideas como el derecho a la comunicación y el derecho a la información en Argentina responden a la misma lógica de los demás derechos del Pueblo que el Estado debe asegurar a sus ciudadanos y habitantes en Democracia.
Finalmente queremos expresar nuestra sorpresa frente a la “caza de brujas” que pretende realizar el multimedios Clarín, contra los que opinan distinto que sus empleados, lo que muestra su grado de desesperación y su incomprensión absoluta de los cambios democráticos que se han operado en la sociedad argentina y que incluyen el concepto de que nadie está por encima de la Ley y que todos los ciudadanos estamos regidos en igualdad, por ella.
Los compañeros atacados por esta denuncia del grupo Clarín, son un ejemplo de periodismo independiente de las corporaciones económicas, financieras y mediáticas y un orgullo para nosotros por ser profesionales comprometidos con la realidad del pueblo y la Nación argentina en el camino de su soberanía y libertad en el marco de la Patria Grande Latinoamericana.
Estaremos como y donde haya que estar para que los grupos de poder acaten la Ley que votó el Congreso Nacional luego de que fuera debatida en los Foros a lo largo y a lo ancho del país, con una gran participación de la sociedad y que incorporara más de 100 modificaciones por sugerencia de la oposición política parlamentaria y las personalidades que participaron del amplio y democrático debate llevado a cabo por primera vez, para sancionar una Ley, de manera tan participativa con el pueblo argentino.
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