El tango tiene su lugar todos los viernes en Tucumán.Es viernes por la noche, entrás al clásico Bar tucumano Siglo XXI de Av. Mitre esquina Santiago y caminás hasta el fondo. Un portal con el letrero "Patio de Tango" te invita pasar, atravesás una cortina negra y te trasladás en el tiempo… La Milonga del Siglo, organizada por Celeste Ruiz Holgado y Diego Ivankovic,
Una experiencia de características únicas en El Jardín de la República, los amantes del 2x4 pueden "sacarle viruta al piso" o disfrutar una cena mientras se deleitan con el danzar de las parejas que siguen el compás de la música ciudadana de la guardia vieja.
Todas las edades se combinan en esta reunión que festeja el Tango como patrimonio cultural de la humanidad, con cálidos abrazos milongueros y hasta conversaciones en lunfardo. Si el clima acompaña se puede disfrutar la vista de las estrellas y la “lunita tucumana”, en cambio si llueve, el techo corredizo permite que no se interrumpa esta ceremonia tan especial.
En este espacio donde “se vive” la cultura argentina, y se adoptan los códigos tradicionales, el baile es social y no de espectáculo, en la pista se mantiene una circulación que va en el sentido contrario a las agujas del reloj con los pies siempre cerca del piso, los más experimentados se trasladan por el carril externo sin sobrepasarse unos a otros, mientras que los principiantes se mantienen en la zona central para evitar "taponear" la continuidad del desplazamiento general, la distancia entre las parejas es mínima pero la cortesía y el cuidado por evitar golpearse es lo fundamental, en el caso accidental de un choque se piden disculpas.
Respecto a la música se divide en "tandas" o programas que pueden ser 4 tangos seguidos completos, 3 milongas o 3 valses criollos, entre cada tanda hay un espacio intermedio denominado "cortina" donde se reorganiza la formación de la pista, cuando comienza una nueva tanda, los bailarines de acuerdo a la orquesta, si es de su agrado "salen a la cancha". Algunos de los asistentes llegan en pareja y bailan sólo entre ellos, mientras que la mayoría lo hacen con una persona diferente cada tanda, siendo el "respeto" lo primordial, cualidad que genera un ambiente muy amistoso. Los caballeros invitan a bailar a las damas con un "cabeceo" y al terminarse la tanda las acompañan hasta sus respectivas ubicaciones conformadas en las mesas ubicadas alrededor de la pista. Durante el baile no se habla, los protagonistas conversan con el cuerpo, sólo entre tema y tema donde hay una pausa de unos segundos, se rompe el abrazo y se puede hacer algún comentario, luego a preparar el cuerpo para la próxima canción que comenzó.
La atmósfera mágica generada por sus actores, y la ambientación del lugar que evoca la década del ´40, hacen de La Milonga del Siglo un recuerdo inolvidable para quienes se animan a dejarse sorprender.
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