Empresarios del sector turístico de los balnearios Camboriú e Ipanema reconocieron su preocupación ante la ola de violencia que afectó a esas localidades del sur brasileño, que cada verano recibe cientos de miles de visitantes argentinos, paraguayos y uruguayos.
El Sindicato de Hoteles, Bares y Restaurantes del Balneario Camboriú (Sindisol) informó que el 92% de las habitaciones fue ocupado este fin de semana largo, iniciado el jueves, pero no se descarta que los atentados que afecten a esa localidad y otras del estado de Santa Catarina, alteren la demanda en la temporada estival.
"El turismo está ligado a la seguridad y esta situación no
agrada a los mercados emisores de reservas, pero esperamos que
el Estado esté empeñado en resolver el problema", dijo Cimélio
Pereira, de la Federación Catarinense de Convenciones y Visitas.
Más de 60 ataques a comisarías y autobuses se registraron
desde el lunes pasado, primero en Florianópolis, capital
catarinenses, y posteriormente en Camboriú, Ipanema y otras
localidades del litoral atlántico.
"Si pudiera me iría de inmediato, no hay más calma en este
lugar", dijo el turista Joao Costa, de 70 años, del estado de
Paraná, luego de que delincuentes incendiaron el colectivo de
excursiones estacionado frente a su hotel en Itapema.
Edson Valmir Loto, el chofer del colectivo destruido por las llamas, declaró que no esperaba un atentado pudiera ocurrir en esa localidad habitualmente tranquila, "decir que estoy asustado es poco, no entendía que estaba pasando".
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