El juez Federal 2 de Jujuy, Fernando Poviña, procesó ayer al empresario dueño del ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, y al ex administrador general Alberto Lemos por "privación ilegítima de la libertad" por las desapariciones ocurridas en la llamada "Noche del Apagón", entre ellas la del ex intendente Luis Arédez.
El fiscal ad hoc, Pablo Pelazzo, dijo a Télam que ambos fueron procesados por 26 hechos, entre ellos la causa por la desaparición de Luis Burgos y tres hechos en la causa Arédez del ex jefe comunal de Libertador San Martín.
Ambos procesados tienen embargos por sumas millonarias y quedaron en libertad "provisional".
En ese sentido se informó que al presidente del directorio de la empresa Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, se le trabó un embargo por 10 millones de pesos en la causa Luis Burgos y un millón de pesos en la causa Luis Arédez, mientras que a Lemos los embargos alcanzan a 5 millones y medio millón de pesos, respectivamente.
Pelazzo consideró histórica la decisión del juez Poviña porque “se procesó a dos responsables civiles, confirmando en este fallo las denuncias históricas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos sobre la responsabilidad de sectores económicos como Ledesma en los delitos cometidos por la dictadura después del golpe militar del 24 de marzo de 1976”.
El 8 de agosto pasado el juez Poviña le había tomado a Blaquier la declaración indagatoria por teleconferencia desde el Consejo de la Magistratura en Buenos Aires, luego de frustrarse un intento de hacerlo en Jujuy a raíz de un incidente con militantes sociales al llegar el empresario a la puerta del juzgado.
El presidente de Ledesma está acusado de secuestro masivos y la desaparición de personas en la “Noche del Apagón”, hecho ocurrido entre los días 20 y 27 de julio de 1976 en los pueblos de Calilegua, Libertador San Martín y El Talar, cuando fueron detenidos alrededor de 400 personas, de las cuales hay más de una treintena desaparecidas.
Otros de los cargos contra Blaquier y Lemos es haber puesto a disposición de grupos de tareas integrados por militares, gendarmes y policías, vehículos de la empresa en los cuales se trasladó a los detenidos a distintas comisarías de Ledesma y posteriormente llevados al centro clandestino de detención en el paraje de Guerrero, a pocos kilómetros de San Salvador de Jujuy.
En su declaración por teleconferencia Blaquier negó que Ledesma le hubiera facilitado vehículos a las fuerzas conjuntas represoras y que la empresa haya dispuesto el apagón del alumbrado público y domiciliario para que lleven adelante las detenciones.
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